La Paz, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Los cinco partidos que se disputan la presidencia de Bolivia preparan hoy el cierre de sus campañas con vistas a las elecciones generales de este 12 de octubre, en las que aparece como candidato favorito el presidente Evo Morales.
El gobernante Movimiento al Socialista (MAS) y los opositores Unidad Democrática (UD), Partido Demócrata Cristiano (PDC), Movimiento sin Miedo (MSM) y el Partido Verde de Bolivia (PVB) terminarán su despliegue proselitista el próximo día 8 en distintos puntos del país.
Pero desde esta jornada todas esas organizaciones y sus candidatos presidenciales recorrerán a diario los nueve departamentos bolivianos en un último esfuerzo por establecer contacto con los electores de cada región y recabar apoyo.
Las marchas, caravanas y actos masivos dominarán el cierre de la actual campaña, iniciada en julio pasado y que se ha caracterizado por mantenerse estable en los pronósticos sobre las intenciones de voto.
El MAS pondrá fin a las actividades electorales en la ciudad de El Alto, departamento de La Paz, con un mitin encabezado por el binomio Evo Morales-Álvaro García Linera.
Mientras, UD tiene un plan similar pero en la plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz, tradicional bastión de los opositores.
Los otros tres partidos en competencia anunciaron que trabajan en su final de campaña, pero todavía están por definir dónde lo celebrarán. A 11 días de la votación, el presidente Morales aumentó su ventaja como favorito tras obtener 59 por ciento de intención de votos en una nueva encuesta de la empresa internacional Ipsos, hecha pública anoche.
Además de revalidar el liderazgo del dignatario en la actual contienda, ese tanteo mostró un repunte con respecto al último estudio divulgado el fin de semana anterior, cuando consiguió 52,5 puntos.
Samuel Doria, de UD, se mantiene como el rival más cercano del mandatario, pero su respaldo decreció a 13 por ciento.
Ipsos también concedió ocho puntos a Jorge Quiroga, del PDC; tres a Juan del Granado, del MSM, y uno a Fernando Vargas, del PVB.
Politólogos auguran que la disputa entre Quiroga y Doria precipitará la derrota de la oposición porque fragmentará el voto de la clase media, que representa alrededor del 30 por ciento del padrón electoral y es el eje de la discordia.
También aseguran que ninguno de los candidatos opositores pudo posicionarse como un contrincante fuerte para Morales por hacer valer su egoísmo, no disponer de contrapropuestas serias, las continuas incongruencias en sus campañas y la pobre presentación de los planes de gobierno.