Lima, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente (gobernador) de la región norandina peruana de Cajamarca, Gregorio Santos, fue reelecto ayer por amplia mayoría, pese a estar preso por acusaciones de corrupción y al apoyo empresarial a sus rivales.
Santos, quien cumple prisión preventiva por 14 meses mientras es juzgado, obtuvo la victoria según los sondeos en boca de urna realizados por las encuestadoras privadas Datum e Ipsos.
Datum indica que tiene 57,2 por ciento de las preferencias recogidas entre votantes que salían de los colegios electorales tras sufragar, mientras tiene 49,9 por ciento, según un sondeo similar realizado por Ipsos.
El candidato del izquierdista Movimiento de Afirmación Social (MAS) superó ampliamente a los candidatos conservadores Osías Ramírez y Absalón Vásquez, pese a contar estos con gran apoyo mediático y empresarial.
Santos está preso por acusaciones de que recibió sobornos de empresarios a cambio de contratos para la ejecución de obras públicas, pero niega los cargos y solo acepta haber recibido aportes legales para su organización política.
También atribuye las acusaciones a una represalia del consorcio minero a cargo del proyecto aurífero Conga, de capital mayoritario norteamericano, por haberse opuesto a ese emprendimiento debido a que afecta el medio ambiente.
Para Santos, la alegada conjura en su contra involucra además al gobierno, a la embajada de Estados Unidos y al poderoso grupo mediático El Comercio, por no haberle permitido a su rama empresarial constructora hacer negocios en Cajamarca.
Comentaristas de diversas tendencias coincidieron hoy en señalar que la elección de Santos es sobre todo una expresión de rechazo a Conga y a la empresa minera local que participa en el proyecto Yanacocha, por su trayectoria de depredación del entorno.
Las protestas cajamarquinas contra Conga determinaron dos crisis ministeriales en el gobierno del presidente Ollanta Humala, en 2011 y 2012.
Gregorio Santos inscribió su candidatura antes de ser detenido y el hecho de estar preso y procesado no determinó que se anulara su postulación porque la legislación electoral solo impide ser candidatos a quienes han sido condenados.
Sin embargo, de ser condenado, será de inmediato cesado y la presidencia regional la ejercerá el vicepresidente electo, Hilario Medina, también del MAS.