Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Apenas tres semanas antes de las elecciones del 4 de noviembre próximo, existe incertidumbre sobre la capacidad del Partido Demócrata para mantener la mayoría en el Senado estadounidense, señal el sitio digital Político.
Entre los factores que influyen negativamente en los resultados de los demócratas en este proceso está el bajo porcentaje de popularidad del presidente Barack Obama, de apenas un 42 por ciento, aunque la dinámica relativa a cada estado individualmente es la que imprime un carácter más fluído e impredecible a la contienda.
Los republicanos necesitan obtener seis nuevos asientos en la Cámara alta, pero enfrentan serias dificultades en los estados de Kansas, Georgia y Kentucky y si pierden en algunos de esos territorios no alcanzarán sus aspiraciones de arrebatarle al partido azul la mayoría en esa instancia legislativa.
En los comicios de noviembre estarán en juego los 435 asientos de la Cámara de Representantes -de los cuales 233 pertenecen ahora a los republicanos-, así como 33 de los 100 puestos del Senado, controlado por los demócratas por una relación de 53 a 45 y dos independientes que votan con los del partido azul.
Además, se disputarán los cargos 38 gobernadores estaduales, 46 legislaturas a ese nivel (excepto Louisiana, Mississippi, Nueva Jersey y Virginia), y numerosos posiciones de dirección a nivel local, en un proceso que expertos consideran como un eventual plebiscito sobre el apoyo al partido en el poder.