Puerto Príncipe, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El exdictador haitiano Jean Claude Duvalier fue sepultado aquí tras una sencilla ceremonia en la capilla St. Louis de Gonzague, a la que asistieron la familia y sus colaboradores.
Aunque no se registraron incidentes, al paso del cortejo fúnebre este sábado varios jóvenes exigían quemarlo o decapitarlo.
«Baby Doc», como era conocido, heredó el poder en Haití en 1971 a la muerte de su padre, el dictador François Duvalier (1907-1971).
Gobernó Haití durante 15 años, y prolongó la dictadura de su padre hasta que resultó derrocado en 1986.
Después de 25 años de exilio en Francia regresó a esta capital el 16 de enero del 2011, y fue acusado por violar los derechos humanos.
Se calcula que durante su mandato unas 30 mil personas fueron asesinadas y que robó unos 400 millones de dólares al erario.
Al perecer el sábado anterior de un paro cardiaco a la edad de 63 años estalló una controversia sobre el funeral que debía recibir.
En un principio el gobierno evaluó cumplir normas protocolares, pero al final decidió que no recibiría funerales de Estado, debido al reclamo popular que consideró ilegitimo rendirle honores, porque Baby Doc nunca fue electo para ejercer el poder, lo heredó, y desató una represión sin nombre para mantenerlo.
Defensores de derechos humanos consideran que la muerte de Duvalier no debe utilizarse para olvidar los crímenes cometidos.
Muchos de sus colaboradores son sospechosos de haber perpetrado violaciones de los derechos humanos bajo su mandato.