Londres, Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El costo de los fraudes electrónicos para los británicos se estima hoy en más de 670 millones de libras esterlinas (mil millones de dólares) anuales, cifra que podría ser mayor si se denunciaran todos los delitos.
De acuerdo con el diario The Guardian, muchas personas en el Reino Unido han sido víctimas de crímenes cibernéticos como el robo de identidad, la piratería informática o el abuso en las redes sociales, pero la mayoría de esos hechos no se reportan a las autoridades.
Una encuesta realizada con motivo de la campaña Get Safe Online, una iniciativa de concienciación sobre la seguridad en Internet, arrojó que más del 51 por ciento de los dos mil 75 entrevistados sufrió esos delitos.
Pero solo un tercio de los afectados dijo haber denunciado tal práctica y casi la mitad señaló que no conocía en qué lugar reportar una violación cibernética.
Según informes del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), el coste más importante del cibercrimen proviene del daño causado al rendimiento de las compañías y a las economías nacionales.
Esa entidad ha indicado que los fraudes electrónicos provocan serios problemas a la actividad comercial, a la competitividad, a la innovación y al crecimiento económico global.
De acuerdo con el reporte del CSIS correspondiente a 2013, durante ese año las pérdidas mundiales relacionadas con las brechas de información alcanzaron los 160 mil millones de dólares, con afectaciones tanto para los ciudadanos como para el sector empresarial.