El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) continúa mostrando sus dotes de entidad vigorosa y respetable. Su primacía en la estima pública se hace creciente y su empeño por responder al reclamado proceso de modernización y eficiencia de los partidos políticos, es ejercicio cotidiano.
Celebramos con entusiasmo los logros que acumula las anteriores y actual administraciones de gobierno y la amplia popularidad del compañero Presidente de la República, Danilo Medina, medida dentro y fuera del país.
Internamente se anunciaron temprano las pretensiones por alcanzar la nominación presidencial, lo que ha generado una gran movilización de la entusiasta membresía morada en todo el territorio nacional.
Su presidente Leonel Fernández, ex presidente de la República, hace acopio de su brillante ejercicio político y académico, colocando en los más elevados planos internacionales a su organización y al país con celebradas conferencias y su reconocida participación en los más diversos y productivos cónclaves regionales.
En la semana que culmina, el presidente Danilo Medina y el doctor Leonel Fernández coparon la atención del pueblo dominicano con una intensa jornada internacional.
Danilo se movilizó a Estados Unidos donde tuvo una relevante participación en la 69 Asamblea Ordinaria de las Naciones Unidas. Leonel acudió como invitado especial a la reunión anual de la Fundación Clinton donde departió con su compañero y amigo Danilo.
Mientras el presidente Danilo Medina era el centro de atención y admiración de presidentes y cancilleres presentes en la reunión del Programa de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma, Leonel Fernández movilizaba el alma peledeista en Nueva York, New Jersey y Boston en masivos actos que incluyeron reconocimientos de alcaldías y entidades académicas al exitoso expresidente de la República Dominicana.
Demasiado carga emocional para una oposición desinflada en su incompetencia y vocación anarquista y auto depredadora.
La cita con un pueblo que ha valorado en cinco ocasiones consecutivas al partido morado de la estrella amarilla en firme propósito de reeditar ese apoyo, se aproxima aceleradamente en medio de la división, el desaliento y la amargura opositora.
Lanzar lodo y apostar al caos no tiene espacio en el pueblo.
El PLD avanza y se reafirma como la entidad llamada a continuar dirigiendo los destinos de la nación más allá del 2016 con el apoyo ampliamente mayoritario del pueblo dominicano.
La coraza unitaria del PLD se hace eterna para sus desesperados detractores.
¡De ahí la angustia y el bochornoso proceder opositor!