Vivimos en un era de cambios, donde los cambios son amplios, profundos, constantes y se están acelerando a medida que nuestro país, como gran parte del mundo, esta transitando por la revolución tecnológica, social, económica y política más profunda, amplia y rápida que jamás ha ocurrido.
Hasta ahora son los más jóvenes los que más rápido se están adaptando, adoptando y aprovechando esta revolución tecnológica, mientras que la gran mayoría de las empresas y los partidos políticos se están resistiendo al cambio.
Dice un viejo proverbio chino que “Cuando soplan los vientos del cambio algunas personas construyen grandes paredes para protegerse y otros construyen grandes molinos de viento para aprovecharlos”.
En el ámbito político tenemos un gran problema: Frente a estos cambios, en vez de mirar hacia adelante para ver lo que nos espera o hacia afuera para aprender de las lecciones aprendidas y mejores prácticas de los países que están aprovechando estos cambios para progresar, estamos mirando hacia atrás; hacia las enseñanzas de los profesores de la política del siglo 20 que a su vez fueron discípulos de profesores del siglo 19; en consecuencia, la reacción suele ser construir paredes en nuestras mentes, nuestros partidos y nuestros gobiernos. Queremos volver a los viejos tiempos, a los viejos valores, a lo tradicional y que nos es más familiar; nos asustamos ante los cambios y los resistimos; porque esa es nuestra naturaleza humana.
Los enfoques políticos e ideológicos de los Siglos 19 y 20 eran validos cuando el cambio era mucho más lento; pero estamos evolucionando más rápido y mirar hacia atrás ya no funciona y no nos va a ayudar para prepararnos para los cambios que vienen. Aquellos lideres políticos del pasado fueron grandes en su momento de la historia y su liderazgo fue exitoso por que comprendían mejor que nadie el espíritu (Geist) de su tiempo (Zeit), lo que los alemanes llaman el Zeitgeist , o sea el clima intelectual y cultural de su era. Pero ahora estamos ante una nueva era intelectual y una cultura digital y solo los lideres políticos que entiendan y sepan interpretar las señales de esta nueva era serán los más seguidos por el electorado joven y acogidos por ellos como sus líderes.
Estamos dejando atrás el viejo mundo desconectado, local y lineal y llegando a un nuevo mundo conectado, global y exponencial. Los tecnólogos más renombrados del mundo están previendo que durante la década del 2015 – 2025 el mundo va a progresar tecnológicamente más de lo que progresó en todo el siglo 20.
Hace unos años el Presidente de Google Eric Schmidt demostró que «El total de datos que se producían en dos días en el 2010 equivalía a toda la información generada desde el inicio de la humanidad hasta el año 2003», pero ahora ya estamos generando esa misma cantidad de información cada 24 horas, en el 2020 lo haremos cada 12 horas y para el 2025 en 6 horas y así sucesivamente, cada 5 años en la mitad del tiempo anterior.
En nuestro país cerca del 20% de la población posee celulares inteligentes que les da acceso a más información que la que tenia el Bill Clinton cuando era Presidente. En solo 3-4 años casi todos los dominicanos tendrán esos celulares inteligentes. Esto implica que casi todo el mundo tendrá en sus bolsos o bolsillos computadoras manuales móviles con acceso continuo a internet, que cada 5 años duplicarán nuestro acceso a la información y el conocimiento planetario. Este fenómeno inevitablemente generará muchos cambios en el mundo y en nuestro país.
¿Como afectará esto a la población dominicana? Eso dependerá de la políticas de apertura o de aislamiento de los próximos gobiernos que elijamos en el 2016, el 2020 y el 2024; dependerá de si construimos grandes paredes para protegernos de los vientos del cambio o si construimos grandes molinos para aprovecharlos. Estos cambios ahora están siendo bautizados con un anglicismo llamado disrupción y hay quienes han teorizado y observado ciertos patrones o Leyes Tecnológicas, que rigen y regirán estos cambios.
Autores como Larry Downes y Chunka Mui han titulado este fenómeno como la Ley de la Disrupción, porque «los sistemas sociales, políticos y económicos solo están cambiando incrementalmente mientras las tecnologías de la información están cambiando exponencialmente» y están causando tensiones entre los modelos sociales, políticos y económicos tradicionales y el nuevo mundo digital.
El carácter exponencial de la Ley de la Disrupción se deriva de la combinación de tres leyes del mundo digital, la Ley de Moore, la Ley de Gilder y la Ley de Metcalfe. Según la Ley de Moore: «La capacidad de los microprocesadores se duplica cada año y medio» y cada vez se esta acortando más este período. Según la Ley de Gilder: «El ancho de banda se triplica cada año y también se esta acelerando». Y según la Ley de Metcalfe: «El valor de una red aumenta en relación al cuadrado del número de usuarios» y cada día se están agregando cada vez más personas a las redes.
Existen otras leyes y curvas que se derivan de estas tres leyes, como la Ley de Koomey que predice que: «a una carga de procesamiento fijo, la cantidad de batería que se necesita caerá en un factor de dos cada año y medio.» Existe también una Curva de Carlson que predice que “el tiempo de duplicación de las tecnologías de secuenciación de ADN (medida por su costo y su rendimiento) es y será al menos tan rápido como la Ley de Moore” aunque para sorpresa de muchos esta tecnología esta avanzando al triple de la velocidad que la Ley de Moore.
Otras leyes interesantes que se están observando son Ley de Martec: que enuncia que «a diferencia de las tecnologías de la información que crecen exponencialmente, las organizaciones (empresariales y políticas) crecen logarítmicamente» o sea según la tradicional Ley de Rendimientos Marginales Decrecientes. Inversamente a esta ultima Ley, el celebre inventor señalado como el Edison de nuestros tiempos, laureado con 20 doctorados honoríficos y actual Director de Ingeniería de Google, Ray Kurzweil, destaca que en muchas áreas de la tecnología se esta observando una Ley de rendimientos acelerados.
La ley de rendimientos acelerados de Kurzweil es una ley derivada de la Ley de Moore y describe el crecimiento exponencial del progreso tecnológico. Según Kurzweil, “siempre que una tecnología alcanza cierto tipo de barrera, inventamos una nueva tecnología más eficiente, que producirá mayores resultados en menos tiempo y que permitirá cruzar esa barrera con menos recursos”. Este fenómeno se refleja en una curva en forma de S inclinada hacia la derecha y cada curva S va entrelazándose con la siguiente curva S; pero cada curva subsiguiente es más alta y más corta que la que le precede y el resultado final es una curva exponencial que describe la progresión de la tecnología humana a lo largo de los últimos 10 mil años, cada vez más acelerada. Por esa razón es que puede predecirse que a la velocidad y aceleración que vamos actualmente, en los próximos 10 años progresaremos más, tecnológicamente, que en los últimos 100 años; por que estamos actualmente en esa sección de esa curva exponencial.
Lo interesante del caso es que la sección de la curva que transitamos refleja una tendencia que viene confirmándose desde hace unos 120 años. Esta ultima tendencia se inició con el uso de la electromecánica para la computación en la forma de tablas o Tarjetas Perforadas, luego con el uso de Relays para la computación, luego con el uso de Tubos al Vacío y luego con Transistores, hasta llegar a la etapa en que estamos; donde las computadoras están usando Circuitos Integrados y donde rige la Ley de Moore, que viene siendo El Quinto Paradigma de esta tendencia de la computación.
El avance de la computación a lo largo de los últimos 120 años ha sido cada vez más rápido con una aceleración cada vez más rápida; una aceleración de la aceleración que no se ha visto alterada por ninguna depresión o recesión económica, por ninguna guerra mundial o regional, ni por ningún otro trastorno social, económico ni político que haya ocurrido desde finales de los 1800. Incluso durante la ultima crisis bancaria y financiera, La Gran Recesión del año 2008 y los años subsiguientes, esta tendencia siguió acelerándose aún más. Por esta razón se puede apostar con toda certeza a que esta tendencia aceleradora seguirá por varias décadas más, por lo menos.
Como decía anteriormente, se espera que en la década del 2015 – 2025 el mundo va a progresar tecnológicamente más que lo que progresó en todo el siglo 20; trastornando los sistemas sociales, económicos y políticos que tenemos ahora y ofreciéndole grandes oportunidades a quienes contribuyan a resolver los problemas que estos cambios disruptivos provocarán.
Sabemos que la única constante es el cambio y la velocidad de cambio está aumentando. Ante esta situación o usted se transforma y se adapta rápidamente a esta nueva realidad u otros lo harán por usted y le trastornarán su trayectoria personal. Para cualquier persona empleada, empresario o político, quedarse sentado y pasivo mientras ocurran estos cambios equivaldrá a quedarse atrás y su extinción será eventualmente inevitable. Es lo que algunos están llamando un proceso de Darwinismo Digital.
Sabemos que los jóvenes están adaptándose más rápidamente que los viejos y que en general la sociedad se esta adaptando más rápido que las grandes empresas y los grandes partidos políticos. En este sentido la brecha digital social entre ricos y pobres se esta cerrando y se esta democratizando y empoderando a la sociedad en relación al poder de los empresarios y los partidos políticos; quienes se están retrasando y desconectando de la sociedad y sobretodo de los más jóvenes.
Este cambio es muy sutil, pero es amplio, profundo y trascendental; pues a medida que la población se empodere más que los empresarios y los políticos, el balance del poder entre estos tres grupos se verá afectado y los empresarios y los políticos serán desapoderados. Esto solo sería evitable si las organizaciones empresariales y políticas se adaptaran más rápido al cambio que la población.
Hasta ahora el cambio tecnológico en las empresas ha sido más lento que el de la población pero es más rápido que el cambio que la de las organizaciones políticas. La mayoría de las grandes y viejas empresas dominicanas se están resistiendo al cambio.
El cambio tecnológico en las organizaciones políticas va aún más lento que en las empresas, y mucho más lento que en la población y sobretodo que los más jóvenes. Se puede prever con certeza que en el futuro inmediato, o los partidos políticos se adaptan aceleradamente al cambio y se conectan al electorado joven o los jóvenes se sentirán desconectados de esos partidos políticos, les darán la espalda y los cambiarán por otras alternativas políticas, como ya le pasó al PRSC, como le esta pasando al PRD y como le pasará al PLD si siguen ignorando el Zeitgeist Dominicano.
En este sentido me permito sugerir tres cambios fundamentales y controversiales que van a venir desde abajo si los políticos no toman el liderazgo de estos cambio antes de que los jóvenes lo hagan.
El primer gran cambio fundamental y controversial que recomiendo es reducir la edad de votación a 16 años o mejor aun a 15 años. En Latinoamérica ya Argentina, Brasil, Ecuador y Nicaragua han reducido la edad mínima de votar a 16 años. En nuestro país varios grupos de jóvenes están comenzando a enarbolar esta causa y eventualmente otros lo harán también. El argumento más fuerte es que los jóvenes actualmente tienen más conciencia cívica y política que la que tenían las mujeres cuando consiguieron que el sufragio fuera universal y que la que tenia la ciudadanía dominicana cuando empezó a votar libremente después de la Era de Trujillo. Mi opinión particular es favorable a que seamos los primeros en bajarla a 15 años, para que los políticos se enfoquen en los más de dos millones de nuevos votantes que entraran al electorado con más propensión al voto, y para que los políticos le presen más atención a la juventud, que es nuestro futuro.
El segundo gran cambio fundamental y controversial es el propiciar el uso de las tecnologías de la información y algunos mecanismos fiscales en la lucha contra la corrupción. Aquí también hay grupos de jóvenes y emprendedores que están diseñando redes sociales y otros mecanismos para facilitarle a los ciudadanos el poder denunciar y proporcionar evidencias de corrupción de manera anónima pero comprobable. En mi opinión la DGII y otras autoridades fiscalizadoras y de inteligencia fiscal deben tener acceso libre a la información bancaria y crediticia de los empleados públicos y poder realizar auditorias sorpresa en los hogares, fincas y propiedades de cualquier subdirector, director, viceministro, ministro o sus equivalentes de cualquier agencia gubernamental civil, militar, policial, judicial o legislativa. Cada despacho y cada vehículo que utilizan esos servidores públicos con poderes temporales debe estar dotado de cámaras con micrófonos que graben continuamente 24/7 lo que en esos despachos y vehiculos ocurran. Cada vehículo del Gobierno Dominicano debe estar rastreado 24/7 y no debe ser usado para fines personales por los empleados públicos. Así mismo, toda computadora y teléfono propiedad del gobierno y asignado a un empleado publico debe ser rastreado 24/7 y sus conversaciones audio, visuales y de texto grabadas automáticamente en servidores en la nube para posibles referencias futuras. Esos despachos y esos equipos no son propiedad de esos empleados y funcionarios; son del pueblo y el pueblo tiene todo el derecho de acceso a la información sobre su uso o abuso. Debe también establecerse un mecanismo discreto para recompensar a los ciudadanos, organizaciones o empresas que delaten y suplan evidencia sólida de funcionarios públicos corruptos y de ciudadanos corruptores.
El tercer gran cambio fundamental y controversial es el de propiciar el transito desde una democracia representativa hacia una democracia más directa. Cuando no había medios de transporte y comunicación rápidos tenia sentido el hacerse representar ante un congreso en la capital a través de diputados o senadores; pero en esta época ya no hay necesidad de que el electorado se haga representar porque ahora ya tiene los medios para comunicar sus preferencias políticas directamente al congreso. En mi opinión, se debe facilitar y transparentar la participación de los ciudadanos en las decisiones legislativas, permitiéndole a todo aquel ciudadano que desee votar en el congreso, que se registre en una nueva unidad dentro de la Junta Central Electoral con su cedula y otras claves de seguridad para que pueda votar directamente desde cualquier teléfono de línea o inalámbrico, celular, tableta o computadora desde cualquier lugar del país, en el mismo momento en que lo hagan los legisladores y que sus votos a favor o en contra de las decisiones de sus senadores y diputados sean tabulados en las pantallas electrónicas al lado del voto de sus representantes y que donde el voto de los congresistas sea incoherente con el voto de la mayoría de su electorado provincial y municipal, prevalezca la voluntad del electorado por arriba de la de sus representantes.
Estos cambios van a llegar tarde o temprano, desde abajo hacia arriba y desde afuera también, si los de arriba de aquí no se anticipan. Un numero creciente de jóvenes tecnólogos revolucionarios ya están trabajando para lograr estos cambios, en otros países y aquí. Estos cambios eventualmente ocurrirán de una manera u otra. No esperemos que esos cambios trastornen el sistema político y anticipémonos al mismo; empoderemos a la juventud lo más pronto posible y reformemos el sistema político adecuándolo al nuevo tiempos. Construyamos más molinos.