El Premio Nobel de Química 2014 recayó esta vez en los científicos estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell, creadores de la microscopía de fluorescencia de alta resolución, indicó hoy la Real Academia sueca.
Según el jurado, los tres expertos lograron superar una de las barreras más antiguas del microscopio de luz gracias a la ayuda de moléculas fluorescentes: «Un trabajo pionero, que trajo la microscopia óptica a la nanodimensión».
Esto permite estudiar moléculas individuales dentro de células vivas, algo imposible con las técnicas de los microscopios ópticos tradicionales, un avance que ha permitido avanzar en el estudio de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, explicó el jurado.
Eric Betzig, nacido en 1960, es doctor por la Universidad Cornell de Ithaca (Nueva York), y actualmente dirige el Campus de investigación Janelia Farm en el Instituto Médico Howard Hughes, de Ashburn (EE.UU.), centro que se dedica a desarrollar nuevos instrumentos ópticos.
William E. Moerner nació en 1953 y se doctoró en la Universidad Cornell. Trabaja en la Universidad de Stanford desde 1998, donde dirige el Laboratorio Moerner en el departamento de Química.
Desde 2007 es miembro de la Academia Nacional de las Ciencias estadounidenses y ha recibido numerosos galardones a lo largo de su carrera, como el Premio Pittsburgh de Espectroscopia, el Wolf de Químicas y el Peter Debye en Química Física, que le otorgó el año pasado la Academia Nacional de Química.
Stefan W. Hell, nacido en 1962, se doctoró en la Universidad de Heidelberg y actualmente está al frente del departamento de Nano biofotónica en el Instituto Max Planck de Química Biofísica, en Gotinga (Alemania).