Guerra, el más oriental de los municipios de la provincia Santo Domingo, urge de la mano amiga del gobierno para superar el estado de abandono en que se encuentra, fruto de una deficiente administración municipal.
La afirmación es de Juan Silverio Reyes (Agapito), Presidente del Comité Municipal del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en San Antonio de Guerra, en una entrevista concedida a la multimedia del Partido de la Liberación Dominicana.
La quiebra de la producción azucarera trajo consigo el desplome de la economía de este municipio, en donde desde la década del 80, viene trabajando para consolidar la ganadería la que es afectada por el constante robo de reses.
El municipio no tiene calles, son caminos pedregosos que se tornan polvorientos en tiempo de sequía y de lodo con las lluvias.
El municipio demanda de atención para que allí se instalen las instituciones del gobierno para que, este joven municipio elevado a categoría en el 2005, pueda tener el perfil municipal.
El grito de auxilio para el municipio va dirigido también a la dirección política del Partido de la Liberación Dominicana a quien se le pide su intervención para mantener los altos niveles de simpatía en la población y evitar que sectores intrapartidarios, externos al municipio, continuen marginando sus dirigentes.
Los anteriores y otros temas fueron expuestos con franqueza por el compañero Agapito en la entrevista que ha dado lugar a la reseña que presentamos a nuestros lectores
Santo Antonio de Guerra o Guerra, como simplemente prefieren llamar sus lugareños, es un municipio de la extensa provincia Santo Domingo, uno de los mas extensos, ubicado en la parte este de la provincia.
Por límite tiene al Norte con los ríos Yabacao y Ozama, al Sur con Los Paredones y La Piedra, al Este con el río Brujuelas, y al Oeste con el arroyo Mojarra y el municipio de Santo Domingo Este.
En el año 2005 fue elevado a la categoría municipal y en el 2006 se organizaron las primeras elecciones en la que nuestro entrevistado resultó electo síndico.
Su economía descansa ahora en la ganadería, porque su sustento histórico, la caña de azúcar, sucumbió, quiebra que se expresó en un declive económico en este municipio, cuya recuperación ha ido avanzando, aunque a pasos lentos.
El agro tiene un importante componente, aunque aun es poco significativo, viéndose con buenos ojos que empresarios se han asentado en la zona con el propósito de incentivar la agricultura.
“Guerra es un municipio pobre”, manifiesta con pesar el Presidente del PLD en este lugar, quien junto a la población y los militantes del PLD, se mantienen esperanzados de que el progreso continuará allí para cambiar de aspecto y de forma de vida de sus pobladores.
Esta demarcación cuenta con un distrito municipal, Hato Viejo.
Su población al decir del de Juan Silverio tiene un estimado de 60 mil habitantes. El Censo del 2002 reportó 34.553 habitantes, lo que deja dicho que ha aumentado el número de habitantes de forma significativa.
Solo se cuenta con asfalto en las carreteras troncales, las que llegan al municipio, puesto que las de los poblados, están totalmente destruidas, lo que amerita una atención de las autoridades de Obras Publicas. “Si es en tiempo de sequía nos mata el polvo y con lluvias quien nos mata es el lodo” graficó su denuncia y llamado a las autoridades.
Para entrar en sintonía con la categoría municipal, San Antonio de Guerra requiere de la infraestructura necesaria que permita exhibir la condición municipal.
Allí no tienen presencia las oficinas gubernamentales, no se cuenta con el banco comercial estatal, entre otras.
“Mientras estemos así, no se sentirá que somos un municipio” se queja Agapito en el dialogo con Vanguardia del Pueblo, marcado por la sinceridad de un portavoz de su comunidad.
Las tierras de vocación cañera, unas han sido utilizadas para la agricultura, otras son administradas por colonos que venden caña a los ingenios y otras a la ganadería, actividad que es victima del cuatrerismo.
Los pequeños ganaderos están impedidos de progresar por la alta incidencia en el robo de reses, acto delincuencial denunciado en múltiples ocasiones y que muy poca cosa se ha podido hacer.
“La ganadería es hasta ahora, lo único de lo que disponemos para sustentar la producción del municipio y con estos robos es muy difícil mantener” denuncia el presidente del PLD en Guerra.
El mas oriental de los municipios de la provincia Santo Domingo se identifica plenamente con el Partido de la Liberación Dominicana, organización a la que han respaldado en los procesos electorales, no obstante Guerra demanda de una atención de la dirección política.
“Con una atención, vía un enlace, se evitaría con tiempo la derrota electoral como sucedió en las elecciones municipales del 2010, en la que ganamos ampliamente en el Congreso y perdimos en la municipales” se quejó Silverio solicitando al Partido tomar cartas en el asunto.
Considera un contrasentido que fuerzas externas empujen un problema a lo interno del Partido que genere un fracaso electoral, pese a contar con el favor de los electores.
Nuestro entrevistado tiene plena confianza de que los habitantes de Guerra volverán a respaldar la propuesta del PLD en los venideros comicios, como se hizo en el anterior proceso comicial en el que la formula Danilo Medina- Margarita Cedeño de Fernández obtuvo un triunfo cómodo.
Cuenta el partido morado en el municipio con nueve Comités Intermedios, que carece de una vida activa porque existe una especie de anillo, que responde a intereses particulares que impide que el PLD se desarrolle como ha sido su tradición.
“Necesitamos que a quienes dirigimos allí, se nos deje dirigir” denunció Silverio dando fe al equipo que le entrevistó en Vanguardia del Pueblo que ha notificado esto por escrito a la dirección partidaria y que esperan se busquen soluciones.
Afirma que todos esos males se manifiestan en que no tienen siquiera un local para poder reunirse y realizar el trabajo; el local alquilado en que funcionaba el comité municipal se perdió por una litis de sus propietarios y desde ese entonces el PLD en el municipio carece de un local.
Reveló que el curso del VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello, fue la actividad mas reciente que pudo reunir al Partido en el municipio, pero desde inicio de este año a la fecha, se está sumido en una inercia total.
Agapito Silverio, Presidente del Partido de la Liberación Dominicana en Guerra, conocedor de que el congreso ordinario decidió multiplicar los organismos, favorece ese paso en razón que tiene comités de base e intermedios, sobrecargados de miembros.
No obstante estar de acuerdo con la multiplicación considera que se impone sincerar la lista de miembros con una auditoria al padrón, en la que tienen que evitarse los errores de anteriores auditorías.
Adelanta que la multiplicación y los decisiones del congreso, pendientes de aplicar, solucionarían la contradicción del comité de Guerra, que es las directrices se trazan de la Circunscripción 3 de la Provincia de Santo Domingo, relegándose en gran medida, el comité municipal. “a eso debemos buscarle una solución” dijo, poniendo de ejemplo que la condición de municipio y la cantidad de habitante de Guerra la hacen merecedora de tener un diputado ante el Congreso Nacional.
En ese sentido considera que la relación del Partido con el Gobierno en su municipio, tiene que mejorar: “Nos se nos convoca a nada. Nos enteramos de los actos del gobierno por la prensa al otro dia” se quejo Silverio, sugiriendo una mejoría de lo que entiende debe ser una relación fluida.
El Presidente del Comité Municipal de San Antonio de Guerra afirma que la población de ese municipio, como la de todo el país, se siente altamente agradecida con las gestiones de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, la actual que dirige el compañero Danilo Medina y la anterior, que dirigía Leonel Fernández.
“Independiente de que hace falta algunas cosas, se han hecho muchas otras y eso la población lo valora” declaró Silverio, explicando las razones de las simpatías con el partido morado, que se manifiesta en el respaldo en las urnas y que ha motivado los triunfos peledeistas en el municipio y en la provincia.
En este punto resalta el trabajo de los militantes partidarios y sus dirigentes el que califica de fundamental.
“En la entereza y entrega de nuestros compañeros al trabajo político y electoral está en gran medida, la clave de los triunfos” precisó Silverio.
Con modestia incluida Agapito no dice que su gestión al frente del ayuntamiento marcó un antes y un después y la gente recuerda su gestión con agrado, la que se desarrolló con el sello peledeista de entrega, dedicación y servicio.
La actual gestión es un total fracaso. Los logros alcanzados se deterioraron y hoy encontramos un municipio en abandono en donde los servicios no funcionan.
Juan Silverio Reyes (Agapito) concluyó agradeciendo la atención prestada por Vanguardia del Pueblo a Guerra, y encomió al compañero Héctor Olivo, Secretario de Comunicaciones que su queja la asienten en el escrito y que se le haga llegar al Comité Político. Al publicarla en esta entrega Vanguardia cumple ese cometido y espera se escuche a los compañeros y compañeras que aunque son de Guerra, en realidad son disciplinados y de paz.