Londres, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El primer ministro británico, David Cameron, presentó a la Unión Europea (UE) un paquete de medidas para contener la inmigración y amenazó con aplicar cualquier respuesta si se rechazan, incluida la salida del bloque.
Cameron consideró que las exigencias de su nación en materia migratoria requerirán de una revisión de los tratados europeos.
Si la UE nos escucha y admite nuestras demandas, estaremos en condiciones de modificar nuestros nexos con ese bloque, declaró el político conservador, citado por la televisión capitalina.
De lo contrario, cualquier cosa puede suceder, advirtió el Primer Ministro, en alusión a un referendo previsto para 2017 sobre la permanencia del Reino Unido de la entidad comunitaria.
Tras su fracaso en reducir la llegada de foráneos a este país hasta 100 mil anuales, después de conocerse que en 2014 la inmigración neta fue de 260 mil, Cameron esbozó aquí un controvertido paquete de medidas.
El jefe de Gobierno aboga por ampliar a cuatro años el tiempo que los extranjeros recién llegados deberán esperar para tener acceso a subsidios de vivienda, cuidado de hijos y otros aspectos sociales.
Además, para recibir tales beneficios, los foráneos deben demostrar que trabajaron y pagaron los impuestos en esos cuatro años.
Los inmigrantes de la UE que les sea imposible encontrar empleo en seis meses serán expulsados, por lo cual el gobierno británico recomienda a los europeos llegar aquí con ofertas de trabajo acordadas previamente.
El Reino Unido también propone una regulación estricta a la reunificación familiar y reducir los subsidios por los hijos de los inmigrantes, en especial, si viven fuera.
Al proponer el paquete de medidas, Cameron consideró que esas regulaciones deberían aplicarse en el resto de las naciones de la UE, o al menos, permitir su puesta en práctica en territorio británico con carácter excepcional.
El gobernante Partido Conservador endureció sus posiciones respecto a la inmigración europea, ante el avance en las encuestas y en las urnas del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), conocido por sus ideas euroescépticas y en contra de la inmigración.
Para Nigel Farage, máximo dirigente del UKIP, las propuestas de Cameron pueden ser impugnadas por la UE y llevar al país a su expulsión de ese bloque.