Economía

Santiago de Chile, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La OIT y la FAO desde sus sede regionales en Chile, criticaron hoy el incumplimiento de varios países de América Latina y el Caribe con el salario mínimo relacionado con las variables económicas.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se refirieron también a la debilidad de las instituciones encargadas de verificar su cumplimiento.

Elizabeth Tinoco, directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, recordó que el salario mínimo es «uno de los principales instrumentos de política orientados a la protección de los trabajadores asalariados (…)».

Cuando se aplica en forma adecuada es una herramienta muy eficaz en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, acotó.

En tanto, Raúl Benítez, representante regional de la FAO, comentó que si los trabajadores no reciben un salario que les permita garantizar su seguridad alimentaria y la de sus familias, no se podrá avanzar hacia la erradicación del hambre.

Añadió que el fortalecimiento del mercado laboral, en especial en áreas rurales, es uno de los retos pendientes en la región, «y puede tener un impacto inmediato en los niveles de pobreza e inseguridad alimentaria de los más vulnerables».

De acuerdo con un documento emitido por la OIT y la FAO, exceptuando las situaciones más extremas, cuando el salario mínimo es muy bajo o sumamente alto, el grado de cumplimiento está determinado en gran parte por la institucionalidad vigente.

El análisis se detuvo asimismo en cuatro informes nacionales de Chile, Costa Rica, Perú y Uruguay, tomando en consideración los aspectos relativos al nivel del salario mínimo y de los factores institucionales.

Chile y Uruguay presentaban niveles bajos de incumplimiento del salario mínimo por hora (del orden de un nueve por ciento), mientras que en Perú y Costa Rica se registraban niveles bastante más significativos (del orden de un 30%).

En las zonas rurales se aprecia que el número de asalariados es menor que en las áreas urbanas.

En 10 de 14 países del área el trabajo asalariado rural representa menos del 50 por ciento de los ocupados.

Añadió el texto que en todos los casos analizados, el incumplimiento del salario mínimo en el sector rural – y en particular en la agricultura – es muy superior al sector urbano.

Finalmente, el informe que contó con la contribución de otras agencias de Naciones Unidas, señala que la política de salario mínimo debería ser abordada con proyección de largo plazo, que requiere de ajustes periódicos.

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