El primero de diciembre de cada año se celebra pese a no disponerse de datos al respecto, y muchos países sudamericanos lo conmemoran, atribuyéndole la asignación del 1 de diciembre como Día del Uso del Cinturón de Seguridad a la Organización Mundial de la Salud.
Estamos impelidos en comenzar hablando del arnés como un dispositivo de sujeción de seguridad utilizado especialmente en deportes de montaña, en escaladas, paracaidismo y otras actividades de riesgo.
También se define como un equipo de fuertes correas ajustadas al cuerpo de alguien para transportarlo. Encontramos arnés para niños, para animales y de instrumentos musicales.
Este simple dispositivo ha tenido un impacto tan positivo en la preservación de la humanidad como pocos inventos.
Nadie puede imaginarse cómo a lo largo de los años y a la par con el desarrollo de la comunicación aérea y terrestre se han podido salvar tantas vidas.
En el caso de los aviones, durante el despegue, el aterrizaje y paso por turbulencias es obligatorio tener abrochado el cinturón de seguridad; es la primera instrucción que se les da a los pasajeros para que en caso de incidentes se mantengan sujetos al asiento y no sufran traumatismos por golpes cuando ocurre descompresión explosiva.
Los avances en materia de seguridad vial se deben al talento de Nils Bohlin, un Ingeniero mecánico nacido en Suecia el 17 de Julio de 1920.
Con tan solo 22 años de edad empezó a trabajar como diseñador en la fábrica de aviones Saad, en especial en el desarrollo de los cinturones de seguridad para asientos eyectables, también un importante proyecto de la aeronáutica.
Desde la tercera década del siglo pasado se daba uso del arnés de dos puntos para aviones y automóviles de competición.
Pero, es en el 1958 cuando Bohlin inicia sus pruebas en vehículos terrestres al ingresar como ingeniero de seguridad a la compañia sueca Volvo Car Corporation, sometiendo la patente de su invento un año más tarde en fecha 17 de agosto como: el Cinturón de Seguridad de Tres Puntos:
Nils Ivar Bohlin y su cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje.
El 10 de Julio en 1962, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos aprueba en registro el invento que reza textualmente:
“La Oficina de Patentes de los EE.UU. otorgó la patente Nº 3.043.625 a “Nils Ivar Bohlin, Goteborg, Suecia, cedente Aktiebolaget Volvo”, el 10 de julio de 1962. En la patente, Bohlin explicó su invención, escribiendo: “El objeto… es proporcionar un cinturón de seguridad que independientemente de la fuerza del asiento y su conexión con el vehículo, de una forma efectiva y fisiológicamente favorable, retenga la parte superior, así como la parte inferior del cuerpo de la persona, contra la acción de fuerzas sustancialmente dirigidas hacia adelante, teniendo fácil cierre y apertura”.
Para 1967, fue incluido en los asientos traseros y un año después se integró el cinturón del tercer pasajero trasero central.
Este cinturón se convirtió en un estándar para todos los automóviles del mundo luego que la Volvo liberara su patente en 1968.
Sin embargo, es a partir del 1993 cuando se exige el cinturón de seguridad en serie en los automóviles.
La primera ley de uso obligatorio del cinturón de seguridad se produjo en Australia en el 1971, en menos de un año las estadísticas fatales habría descendido un 18%.
De acuerdo a los datos obtenidos, a Nils Bohlin se le ha otorgado innumerables reconocimientos por su ingenio aún después de fallecido. Incluso, el cinturón de seguridad está considerado el octavo invento más importante del mundo por la cantidad incuantificable de vidas salvadas.
“En 1974, fue galardonado con el Premio de Ingeniería de Seguridad Automotriz Ralph Isbrandt, y en 1989 fue incluido en el Salón de la Fama de la Seguridad y Salud. Recibió una medalla de oro de la Real Academia Sueca de las Ciencias de la Ingeniería en 1995 y en 1999, fue incluido en el Salón de la Fama del Automóvil. Se retiró de Volvo en 1985 y fue incluido póstumamente en el National Inventors Hall de la Fama”. Fuente: Wikipedia.
Nils Bohlin murió el 26 de septiembre de 2002 a la edad de 82 años, de un ataque al corazón y poco antes de morir se recogió esta frase: “…cuando la situación es peligrosa, es posible que usted tome tantas medidas de seguridad como pueda, pero cuando la situación nos parece segura, es precisamente ahí cuando tenemos que ponernos en guardia…”
“La primera colisión implica al vehículo contra otro vehículo, un objeto fijo o un ser humano; La segunda colisión ocurre entre el ocupante que no va sujeto y el interior del vehículo, es decir, el conductor, que golpea con el pecho el volante o con la cabeza el parabrisas. Finalmente, la tercera colisión ocurre cuando órganos internos del cuerpo golpean contra la pared torácica o la estructura ósea. De estas tres colisiones que ocurren, una seguida de la otra, en un lapso no mayor a un segundo; la que generalmente es responsable de las heridas, es la segunda, y ésta se puede reducir significativamente; hasta un 60 %, utilizando cinturones de seguridad y sistemas de retención infantiles”. Fuente: Centro de Investigación en Educación y Seguridad Vial (CIESVIAL).
Un estudio en Noruega ha calculado que las lesiones en la cabeza representan casi el 60% de todas las lesiones sufridas por ocupantes de vehículos. La conclusión del estudio es que los conductores y los pasajeros sentados en los asientos delanteros que no llevan abrochado el cinturón de seguridad sufren casi el mismo porcentaje de lesiones en la cabeza que los ocupantes de los asientos traseros que tampoco los usan; lo que habla del alto riesgo que también tienen los ocupantes de los asientos traseros si no usan el cinturón de seguridad.
El objetivo de los cinturones de seguridad es minimizar las heridas en una colisión, impidiendo que el pasajero se golpee con los elementos duros del interior o contra las personas en la fila de asientos anterior, y que sea arrojado fuera del vehículo.
Actualmente los cinturones de seguridad poseen tensores que aseguran el cuerpo en el momento del impacto mediante un resorte o un disparo (tensor pirotécnico). El cinturón se debe colocar lo más pegado posible al cuerpo, plano y sin nudos o dobleces. Los pilotos de competición llevan los arneses bastante apretados, pero no se considera necesario en un coche de calle.
El cinturón de las caderas debe estar situado por delante de las crestas ilíacas, los huesos que sobresalen en las caderas. Esto es para que sujete al cuerpo contra un hueso duro y no contra el abdomen blando. En el caso de las embarazadas, se vende un accesorio para asegurarse que el cinturón queda debajo del abdomen. Se engancha entre las piernas a la banda de la cintura y por debajo del asiento.
– Se exige por ley.
– Es menos probable que tu rostro choque contra el parabrisas si frena de golpe.
– Evita que seas despedido del automóvil en caso de sufrir un accidente.
– Evita que puedas golpearte contra la estructura del vehículo, como contra las puertas, el volante y los asientos.
– Evita que los pasajeros y el conductor se golpeen entre sí.
– Sin el cinturón de seguridad puedes ser despedido del vehículo o golpear contra la estructura y demás pasajeros.
– Son el dispositivo de seguridad número uno en el automóvil, más allá de toda la nueva tecnología o medidas de protección que se tomen.
– El cinturón aumenta tus posibilidades de resultar ileso y estar consciente en caso de un fuego o caída al agua por un accidente.
– El cinturón protege a las mujeres embarazadas en caso de accidente, ya que es la forma que tienen para proteger dentro del automóvil a su hijo por nacer.
En el 2002 la Organización Mundial de la Salud por mandato de Las Naciones Unidas y otros organismos internacionales iniciaron un profundo estudio de investigación a nivel global sobre los accidentes de tránsito.
Dos años después dieron a conocer los resultados en un documento llamado “Informe Mundial sobre la Prevención de los Traumatismos Causados por el Tránsito”.
Se determinó que el no uso del cinturón de seguridad en vehículos de motor constituye un factor de alto riesgo para los ocupantes. Que este dispositivo es de seguridad pasiva porque actúa en el momento del incidente para proteger al ocupante que lo lleva abrochado.
Entre otras opiniones, se destaca en este informe que las consecuencias para aquellos que toman la previsión adecuada son consideradas leves, generalmente rasguños en el torax o en el abdomen. Y en caso de colisiones frontales, los daños en que podrían causar la muerte, los resultados son de lesiones graves por lo general.
Las tasas de utilización del cinturón de seguridad varían por país. Depende sobre todo de la eficacia y aplicación de sus leyes, además del nivel de conciencia ciudadana, enfatizando el estudio que la relación costo-beneficio por el uso obligatorio del cinturón es de 1:3 a 1:8.
En la República Dominicana existe la ley la 241 de Tránsito Terrestre y sus Leyes Complementarias, en donde el artículo 161 del modificado de la Ley 114-99 del 16 de Diciembre de 1999, relativo al cinturón de seguridad, dice:
“…todo vehículo de motor que transite por las vías públicas deberá estar provisto de tantos cinturones de seguridad como capacidad de pasajeros tendrá en los asientos delanteros, cuyo uso será obligatorio, con excepción de los autobuses, así como los carros de transporte público”. En ese momento se consideró una multa por violación a ésta disposición de RD$500.00. Hoy día por disposición administrativa la multa alcanza el valor de RD$1,667.00.
Las estadísticas de siniestralidad registradas en República Dominicana evidencian la necesidad de mayor atención en el tema. Si existe una ley. Ésta debe revisarse en la parte de las excepciones. También se requiere mayor eficacia en las campañas, en la vigilancia y fiscalización, así como un incentivo para la promoción del uso.
El informe de la OMS revela que en Corea se impuso un plan de 6 años en el 2000 para aumentar la tasa de uso del cinturón de 23% a 80%. Sin embargo, los resultados al año siguiente reportaban 98%, por el aumento de las multas; en cambio, en Tailandia con los mismos objetivos los resultados fueron contrarios.
De manera, que cada país tiene su propia realidad, por lo cual se debe tener cuidado en la aplicación de los planes.