Opinión

El descenso vertiginoso del precio del petróleo, que ya está en 60 dólares el barril, en el mercado mundial preocupa a los países productores del hidrocarburo en el mundo, sobre todo a los que tienen reservas limitadas, pero beneficia enormemente a los países no productores, que son la inmensa mayoría de los países del planeta.

¿Qué ha estado provocando la caída estrepitosa del precio del petróleo en los últimos meses?

La entrada en el escenario mundial de los pequeños productores de hidrocarburos de Estados Unidos y Canadá y la caída del crecimiento económico real en gigantes de la economía mundial como China Continental, son, entre otros, los factores principales causantes de la caída estrepitosa del precio de este commodity.

Con la entrada en escena de estos nuevos productores del crudo se ha estado generando un exceso de oferta en el mercado mundial, y precisamente este exceso de producción ha estado desencadenando esta tendencia a la baja del precio.

Como el petróleo es un producto que se cotiza en bolsa, específicamente en los mercados de futuros, está caída en picada libre del precio de este commodity ha estado estremeciendo o conmocionando las bolsas, y los mercados bursátiles en sentido general, en todo el mundo.

La entrada en escena de los nuevos y pequeños productores del crudo en Estados Unidos, que hasta ahora no había utilizado sus reservas de esquisto, es un arma económica que Estados Unidos ha estado usando con propósitos políticos en el escenario del nuevo tipo de guerra fría que se está desarrollando en el mundo en la actualidad. En el fondo de lo que se trata es de reducir y limitar la capacidad económica y financiera de lucha y de combate de Rusia y del Estado Islámico en el contexto de la nueva guerra fría.

La economía de Rusia, sobre todo la economía pública rusa, y la economía del Estado Islámico encuentran en los hidrocarburos -petróleo, gas natural y derivados-, su principal fuente para el crecimiento, el desarrollo y la sostenibilidad de sus economías. Y esta caída vertiginosa del precio del petróleo a nivel mundial les está creando serios inconvenientes, incluso ya la economía rusa está colocada en la ruta de la recesión económica.

Frente a este terrible drama la OPEP ha respondido con una estrategia, que es una expresión de la nueva diplomacia del petróleo, muy distinta a la que solía aplicar en circunstancias similares. Esta vez la OPEP ha decido en su reunión ministerial en Suiza no reducir o recortar su producción.

Con esta nueva estrategia la OPEP piensa influir o revertir la situación del precio del petróleo no de cara al muy corto plazo, sino de cara al mediano plazo. Claro, los países de la OPEP con reservas limitadas tendrán problemas para resistir esta estrategia mientras dure este ciclo de precio bajo del petróleo en el mercado mundial.

Pero realmente lo que la OPEP busca, sobre todo los gigantes de la producción mundial de petróleo que tienen reservas ilimitadas, es derrotar a los pequeños productores del crudo de Estados Unidos y Canadá, porque ocurre que estos pequeños productores no resisten precios del petróleo de 50 y de 40 dólares el barril.

Y si la estrategia de la OPEP tiene éxito, y todo parece indicar que tendrá éxito en el mediano plazo, la derrota de Estados Unidos no solo será económica sino también política.

Todos sabemos por la historia que el precio del petróleo es sumamente inestable o volátil. El ciclo de mayor auge del precio del petróleo tuvo lugar del 2003 al 2008, llegando a la cima de 148 dólares el precio del barril de petróleo. El exceso de especulación en los mercados financieros mundiales no solo impactó el mercado petrolero sino que también desató una escala alcista en los precios de los demás commodities y de los alimentos en sentido general, situación que colocó entre la espada y la pared a los países pobres del mundo.

Generalmente han sido factores políticos o de crisis políticas en la geopolítica de los países productores del crudo los que han desencadenado alzas insospechadas en el precio del hidrocarburo. O sea que el precio del petróleo ha estado influido siempre por variables de orden político en el escenario de la geopolítica regional y mundial.

En otras palabras, la economía del petróleo es muy sensible a lo que pasa en la geopolítica regional y mundial, en la que está implícita la lucha abierta o soterrada entre las grandes potencias el planeta. Esto quiere decir que la economía del petróleo, y su expresión particular el mercado, está altamente politizada.

En ese contexto mundial que vive la economía del petróleo en la actualidad Petrocaribe, hijo natural de la visión y de la acción solidaria del Comandante Hugo Chávez Frías, es financieramente insostenible en el corto plazo. Y es insostenible no sólo por la caída gigantesca del precio del petróleo a nivel mundial, sino porque esta crisis se da en un momento en que la República Bolivariana de Venezuela y PDVSA tienen demasiados problemas económicos y financieros acumulados.

Si el gobierno de Venezuela no atiende con entereza y eficacia esos enormes problemas económicos, financieros y sociales, se hace insostenible incluso el proyecto político engendrado por el Comandante Hugo Chávez Frías.

Independientemente de que Venezuela haya vendido o no a un banco de inversión de Estados Unidos nuestra deuda petrolera, la cual asciende a cuatro mil y pico millones de dólares, lo cierto es que la República Dominicana tiene que prepararse para enfrentar esta situación adversa de la insostenibilidad de PetroCaribe en el corto plazo y su alta dependencia energética del mundo exterior.

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