Se advierte, por los informes conocidos, que la caída del precio del barril de petróleo afectará a los países exportadores en 1.2 billones de euros para los próximos 18 meses (un billón es un millón de millones, define la Real Academia de la Lengua; en la lengua anglosajona eso es un trillón).
Se estima que de esa cantidad los países miembros de la OPEP se verán afectados con alrededor de 475 mil millones de euros. Los expertos entienden que el precio se mantendrá de 60 a 70 dólares el barril, durante los próximos 12 meses. Venezuela se mostró interesada en unificar un precio mas alto con los países miembros de la OPEP, pero le fue rechazado. Se ha especulado que eso pueda causarle problemas. Sin embargo, se sabe que Venezuela, en un cálculo conservador, estimó el precio al elaborar su presupuesto en 60 dólares el barril.
El precio del petróleo es un peligroso juego político. Estados Unidos ha deprimido los precios por exceso de oferta. Se dice que la caída del precio del barril afecta a Venezuela, Rusia, Irán y otros países, entre los que se citan los de América Latina con gobiernos progresistas. Empero, no es así y mas bien es la percepción que se busca crear.
Esos países pueden resistir los costos de producción para vender de 60 a 70 dólares. No así los Estados Unidos que ha pretendido pasar a ser el mayor productor del mundo utilizando la extracción «fracturación hidráulica ( fracking), la cual es una tecnología que perfora pozos inyectando miles de toneladas de agua con productos químicos, logrando rentabilidad los yacimientos si los precios se mantienen altos.
Esa tecnología de «fracturación hidráulica» (fracking) requiere perforar cada dos años o tres la tierra constantemente, por agotamiento de las fuentes del crudo, lo cual encarece su costo de producción por encima de 50 dólares; sin embargo en los otros países ese costo va de 5 a 20 dólares.
Los Estados Unidos y el Canada, con la tecnología del «fracking», son quienes necesitan subir los precios o habrá, como sucede en Dakota del Sur, una cascada de suspensiones de pagos a las empresas de «fracking» y cancelación de programas en «arenas bituminosas» (donde se obtiene crudo a cielo abierto).
Los Estados Unidos han tomado el camino que es práctica de sus multinacionales, y es el de vender por debajo del costo por un tiempo para llevar a la quiebra a sus competidores, logrado el control para fijar los precios que quieran. Por el momento venden barato y eso embriaga a sus propios ciudadanos al recibir combustible barato.
Hay un problemita que constituye una piedrita en el zapato. Es que los demás países productores de petróleo no solo tienen un bajo costo de extracción y producción, sino que tienen enormes reservas en divisas de la misma moneda norteamericana. Se estima que Arabia Saudi está cerca del billón (925 mil millones de dólares).
¿Habrá agresión militar a algún país de esos por tener reservas en divisas y bajos costos la extracción petrolera?. Puede que sí; o provoquen ambientes de ingobernabilidad para destituirlos.
El petróleo ha contribuido a darles autonomía a gobiernos progresistas Latinoaméricanos, ahora deben prepararse para evitar ser afectados en esta lucha política originada en el mercado petrolero.