La Habana, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El médico cubano Félix Báez, quien contrajo ébola en Sierra Leona, agradeció hoy a quienes contribuyeron para que superara la enfermedad y expresó su decisión de regresar a África a cumplir su compromiso de combatir esa dolencia.
«Muy contento de haber regresado a la patria. Muy agradecido con todos aquellos que estuvieron preocupados por mí desde el primer momento», apuntó Báez en conferencia de prensa en el capitalino aeropuerto internacional José Marti, poco después de su llegada, donde lo recibió el ministro cubano de Salud, Roberto Morales.
«Quisiera ratificar una vez más mi compromiso con mis compañeros que están allá en Sierra Leona, con la Revolución y con el Partido (Comunista de Cuba) de que yo vuelvo a Sierra Leona y terminó lo que empecé», afirmó Báez.
En sus palabras iniciales, el médico cubano, miembro de la Brigada del Contingente Internacional «Henry Reeve» agradeció a los cubanos que estaban con él en Sierra Leona, que estuvieron al tanto desde los primeros momentos, así como al gobierno de esa nación africana que estuvo pendiente de su evolución.
Resaltó la labor del personal del Centro de Tratamiento para el ébola Kerry Town, de Sierra Leona, que le hizo el diagnóstico y tomó las medidas clínicas que posibilitaron que saliera adelante.
Además, a la Organización Mundial de la Salud que se preocupó por su situación y porque fue quien coordinó su traslado al Hospital Universitario de Ginebra (HUG) para continuar su tratamiento, con mejores cuidados.
Báez tuvo palabras de elogió para el gobierno suizo y el personal del HUG, donde -sostuvo- recibió una atención magnífica.
«Siempre tuve la convicción de que estaba bien, que me iba a salvar, que todo el pueblo cubano me estaba esperando y que tenía un compromiso muy grande con la Revolución y que no podía permitirme incumplirlo: de que todos teníamos que regresar sanos y salvos», destacó.
Reiteró que está muy feliz de estar en Cuba. Vistiendo un pulover del HUG y en compañía de su esposa, Vania Ferrer, y de su hijo, Félix Alejandro, señaló que ahora concluirá su recuperación.
El médico leyó un poema que le dedicaron los compañeros de la misión diplomática cubana en Ginebra, cuando lo despidieron anoche en esa ciudad suiza.
Esta mañana, en un comunicado, el HUG indicó que los últimos análisis realizados esta semana al paciente confirmaron dos veces que se había curado y podía dejar el nosocomio.