Bogotá, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, consideró que el cese el fuego unilateral e indefinido anunciado por las FARC-EP va en la dirección correcta, pero rechazó una veeduría internacional propuesta por el movimiento insurgente.
La exigencia de verificación es una condición que el gobierno no acepta, manifestó el mandatario en un comunicado difundido esta mañana.
Según el jefe de Estado la propuesta es buen inicio para un proceso de desescalamiento o reducción de los enfrentamientos, los cuales deberán desembocar en una suspensión bilateral e indefinida de las hostilidades, tras la firma del acuerdo destinado a terminar la confrontación, dijo.
No obstante refutar la comprobación o acompañamiento sugerida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Santos adelantó que a lo interno del país sí supervisarían el cumplimiento de la decisión divulgada la víspera, la cual entraría en vigor a partir del sábado próximo.
Activistas, líderes sociales, políticos y ciudadanos de a pie, demandan una tregua de ambas partes para proseguir las pláticas en un ambiente de distensión, que genere confianza y elimine la victimización de la población civil.
La disposición de las FARC-EP para detener el fuego unilateralmente suscitó el respaldo de congresistas y otras personalidades del país, algunas de las cuales dijeron esperar un gesto recíproco del ejecutivo.
Como una gran noticia para el pueblo colombiano calificó la presidenta del Polo Democrático Alternativo Clara López el pronunciamiento del grupo guerrillero.
Con ello patentizan su voluntad de llegar a un pacto a fin de acabar con el período bélico, enfatizó la excandidata presidencial.
En opinión de López, lo que está ahora a la orden del día es la reciprocidad por parte del ejecutivo.
En tanto, el senador Iván Cepeda, copresidente de la comisión de paz del Congreso, expresó que se trata de un suceso histórico, el cual evidencia el buen rumbo de las pláticas en la capital cubana.
Por otro lado demuestra que están equivocados quienes han dicho que en La Habana se está haciendo retórica, subrayó el legislador.
Este es el quinto cese el fuego unilateral decretado por las FARC-EP desde el inicio de estos diálogos, con el propósito de detener el derramamiento de sangre y crear un escenario que favorezca el logro de consensos, pero el primero con carácter indefinido.
El gobierno colombiano se ha negado a secundar esas iniciativas con el argumento de que en anteriores procesos esa fuerza utilizó las treguas para fortalecerse política y militarmente.
Representantes gubernamentales y de las FARC-EP conversan en Cuba desde 2012 para finalizar la guerra, que dejó unos seis millones de víctimas en el transcurso de más de medio siglo.