París, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Policía francesa tiene hoy en la mira a tres hombres sospechosos del atentado terrorista ocurrido la víspera en esta capital contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas.
Testigos aseguran que dos hombres vestidos de negro y armados con un fusil automático AK-47, entraron en el edificio de la publicación y abrieron fuego, antes de huir del lugar.
Durante la noche uno de los sospechosos, Hamid Murad, de 18 años, se presentó en la delegación de la comuna de Charleville-Mezieres (norte), al ver que su nombre circulaba en las redes sociales, precisan medios locales de prensa.
Este individuo se encuentra custodiado bajo la sospecha de haber ayudado a los atacantes.
Las sospechas recaen sobre todo en las otras dos personas que aún no han sido localizadas: los hermanos Sharif Said y Kouachi, de 34 y 32 años respectivamente, ambos nacidos en París.
El Gobierno movilizó a más de tres mil miembros de las fuerzas de seguridad en la operación de búsqueda y captura de los autores del atentado.
Una unidad de élite policial realizó durante la madrugada de este miércoles una operación de gran envergadura en la comuna de Reims (noreste).
El presidente François Hollande determinó que este jueves será día de duelo nacional y que las banderas ondearán a media asta durante tres días, en homenaje a las víctimas mortales.
El mandatario reiteró la importancia de que todo los ciudadanos permanezcan unidos, «debemos ser conscientes de que nuestra mejor arma es la unidad», subrayó en una alocución transmitida en vivo por la televisión nacional.
En diversas ciudades del país se organizaron manifestaciones espontáneas en rechazo al atentado que tuvo lugar el miércoles en la mañana y que costó la vida a más de una decena de seres humanos.
Más de 30 mil manifestantes, congregados en la Plaza de la República en París, portaron pancartas en las que se podía leer: «Je suis Charlie'» (Yo soy Charlie).
El Gobierno, que calificó el ataque de terrorista, implementó medidas de seguridad «en todas partes donde puede haber una amenaza» y determinó elevar la alerta antiterrorista al máximo nivel en la capital.
A juicio de expertos, lo ocurrido impulsará el debate sobre la amenaza terrorista que, según el Gobierno, se encuentra sobre esta nación europea.
