Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, abogó ayer en Naciones Unidas por la reducción de las brechas sociales y la creación de iguales oportunidades para los seres humanos, como elementos clave para garantizar la paz.
Vivimos en un mundo marcado por guerras internas y los peligros transnacionales del terrorismo, el narcotráfico, la trata de personas, el deterioro ambiental, los desastres naturales y la propagación de enfermedades, entre otros, advirtió en un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre el desarrollo inclusivo y la paz.
De acuerdo con la mandataria, para comprender esos desafíos debe adoptarse un enfoque multidimensional, el cual permita abordar las causas que subyacen tras las amenazas.
Se trata de las tensiones socio-económicas, de género, étnicas, tribales, religiosas o ideológicas, con un impacto local, regional o global.
En ese sentido, insistió en la importancia de la inclusión, la educación, el empleo y las oportunidades reales, de cara a prevenir conflictos, consolidar la paz y construir sociedades más justas.
«Tenemos plena conciencia de ello. Es por esto que en Chile estamos haciendo grandes esfuerzos por acortar las brechas sociales y evitar que segmentos de la población queden rezagados», subrayó.
Bachelet lamentó que en muchos países del mundo, la distancia entre la realidad y el ideal de inclusión y justicia sea enorme, y parezca no reducirse en el tiempo.
«Esta situación es particularmente preocupante en Estados multinacionales, multiétnicos y multiculturales, en los que no se respetan los derechos de las minorías, y en aquellos en los que las minorías poderosas oprimen a las mayorías débiles y dispersas», alertó.
Al respecto, señaló los conflictos y crisis imperantes en naciones del Medio Oriente y de África, aunque aclaró que no son las únicas regiones del planeta afectadas por la violencia y la inseguridad.
Latinoamérica es la región más desigual del mundo, y es también la de mayor tasa de homicidios, y una de las más golpeadas por el narcotráfico y el crimen organizado, mientras en Europa occidental, la violencia terrorista surge en un contexto de creciente malestar, y algunos mencionan una falla del modelo de convivencia multicultural, donde aumentan la intolerancia y las fobias, dijo.
En su intervención, Bachelet se refirió además a la plena inclusión de las mujeres, «quienes estamos llamadas a desempeñar un papel preponderante en la construcción de mejores condiciones de vida para el planeta».
La exclusión de una parte tan significativa de la población, cuando ocurre, no solo dificulta la consecución de tales objetivos, muchas veces, incluso, los imposibilita, sentenció.
Bachelet arribó la víspera a Nueva York para participar en el debate abierto del Consejo de Seguridad, órgano presidido en enero por Chile.
La mandataria acudirá aquí a actividades con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y cumplirá una amplia agenda en Estados Unidos, centrada en temas comerciales.