Medio Ambiente

Probablemente te lo hayas preguntado alguna vez. Y no, no es ni un animal ni una planta. Tampoco es un microorganismo, por supuesto. Es un enorme hongo cuyo tamaño se equipara a un millar y medio de campos de fútbol juntos.

¿La ballena azul? ¿El elefante africano? ¿La sequoia gigante? Vale, estos son organismos verdaderamente impresionantes. Pero no, ninguno es el ser vivo más grande del mundo. Éste mide como 1.665 campos de fútbol, es un asesino lento y frío y tiene un color dorado miel. Hablamos, por supuesto, de Armillaria sp.

Armillaria es en un parásito de los arboles y plantas que produce unas setas de color ámbar bastante bonitas y de aspecto apetitoso. Es más, algunas variedades de este hongo son comestibles y muy apreciadas entre los chefs de todo el mundo. Y eso que ha de ser bien cocinado ya que es ligeramente venenoso. Pero lo que más llama la atención no son estos detalles, sino su monstruoso tamaño y edad. Debajo de las montañas azules de Oregon, EEUU, reside el ser vivo más grande y uno de los más viejos del planeta. ¿Cómo puede ser?

¿Cómo es el ser vivo más grande?

Básicamente, este enorme ser, que no es un planta (no, los hongos no son plantas), es una masa increíblemente gigantesca que recorre el suelo por debajo de la hojarasca y la tierra apareciendo esporádicamente en forma de seta. Y así durante kilómetros y kilómetros. Las estimaciones actuales catalogan al ser vivo más grande del mundo con unas 965 hectáreas o 9.650.000 metros cuadrados. Más grande que algunas de las ciudades de mayor tamaño de nuestra época. Además, las estimaciones dicen que posee como mínimo unos 1500 años, aunque puede que mucho más. Si buscamos lo que encontraremos son un montón de filamentos, más bien discreto, muy diferentes de la seta de Armillaria.

Estos filamentos son en realidad el hongo, siendo más del 90% de su cuerpo así. A estos filamentos se les llama hifas. Las setas son en realidad un cuerpo de reproducción de los hongos, especialmente en basidiomicetes, como Armillaria, aunque no son comunes en todos los hongos. El ser vivo más grande del mundo, además, es parásito, destruyendo fácilmente muchas especies vegetales a su paso sin detenerse al mismo tiempo que va creciendo, poco a poco, en el manto del bosque, reptando mientras busca silenciosamente a su nueva víctima. Aunque también se alimenta de materia muerta, por lo que aunque resulta peligroso para muchas especies vegetales, es un parásito mas benigno que otras especies.

Midiendo al monstruo

Comprobar si este es en realidad Amillaria sp es el ser vivo más grande del mundo es algo bastante más difícil de lo que parece. Primero por que es un monstruo enorme pero prácticamente invisible. Al desplazarse casi bajo tierra solo se aprecia en lugares puntuales. ¿Cómo saber si esta seta pertenece al mismo organismo que vimos un kilómetro atrás? Muy sencillo, cogemos una muestra de cada y comparamos su ADN. Actualmente esto es bastante fácil de hacer. Algo lento dependiendo de los medios con los que contemos, pero simple. Además es mucho más barato que hace 10 años por ejemplo.

«idéntico»Por tanto, una vez que conocemos un poco mejor al ser vivo más grande del mundo, solo debemos buscarlo donde creeremos que estará, en un tocón muerto, tomar una muestra y compararla con la que conseguimos antes. Si el ADN es idéntico, hablamos del mismo organismo. Aunque se hubiese separado de otras partes de su cuerpo, hablaríamos del mismo Amillaria, como si nos hubieran cortado un miembro que sigue funcionando, ya que actualmente entendemos a un ser vivo como un organismo cuyas células son idénticas. Además, los hongos, especialmente los basidiomicetos, son capaces de reproducirse sexualmente para dar un descendiente, así que no hay excusas que valgan.

Tomando muestras de la zona en puntos aleatorios de zonas concretas podemos ir midiendo la extensión de este hongo, de manera que podemos estimar su verdadero tamaño (el cual crece a medida que vamos midiendo más y más). Es más, gracias al ADN, comparando la secuencia del ser vivo más grande del mundo con otras secuencias conocidas, podemos saber que edad tiene, más o menos. Sabemos que con el tiempo el ADN acumula mutaciones a cierto ritmo conocido, aunque otro día hablaremos de los relojes genéticos. Si además comparamos lo que nos dice su ADN con el tamaño que debería tener según su ritmo de crecimiento podremos estimar bastante bien su edad: unos 2400 años, nada más y nada menos.

El asesino más viejo del mundo

Pero no se queda la cosa ahí. Algunos datos apuntan a que su edad real podría ser de unos 8.650 años. Si esto es cierto hablaríamos del organismo más vivo más viejo del mundo. Por ahora ese título lo ostenta Posidonia oceanica, una planta con flor marina, que no un alga, y cuyo arrecife en las baleares consta de unos 4.500 años al menos. Y durante este tiempo, Armillaria lleva parasitando especies vegetales y alimentándose de sus cadáveres. Pero esto del todo no es malo, gracias a los hongos el ciclo de la vida continua. Especies como ésta son capaces de descomponer materia imposible para otros seres vivos.

Así la transforman en otros compuestos que sí que pueden ser utilizados por animales y plantas. Por ejemplo los troncos de los árboles, de donde obtienen azúcares esenciales y que son sencillamente fibra inútil para el resto de seres vivos. Aún así, todo el género Armillaria, al que pertenece el ser vivo más grande, es capaz de matar muchas de las especies vegetales con las que se topa, siendo el origen de la temida «podredumbre blanca», y si no se controla, convirtiéndose en la «pesadilla de los jardineros» como se conoce en otros países. Y es que lleva asesinando plantas lentamente desde hace miles de años.

Algunas curiosidades

Por si no fuera ya llamativo de por sí, si el ser vivo más grande del mundo no te ha impresionado lo más mínimo, aquí te contamos algunas curiosidades de este hongo y el género Armillaria.

Fuego frío. Parte del género Armillaria es bioluminiscente, es decir, brilla. Algunas especies de este género producen el conocido como «fuego frío» o «fuego de las hadas», llamado en inglés como «Foxfire», gracias a la luciferina y luciferasa, sustrato y enzima que generan una bonita luz verdosa fosforescente.

Tóxicamente comestible, pero sin alcohol. Como comentábamos antes, la Armillaria es tóxica, pero también comestible. De hecho solo se come el sombrero, ya que el resto de la seta es demasiado dura. Esto se debe a que su toxina, como muchas otras en todos los reinos, no resisten al calor y dejan de tener su efecto tóxico. Otra característica especial, aunque solo ocurre con ciertas especies, es que no deben tomarse con alcohol ya que provocan malestar, vómitos y alguna que otra reacción adversa.

En ucraniano, por favor. Una cuestión muy curiosa es que en Canadá y parte de América, Armillaria es también conocida como openky o pidpenky, que viene del ucraniano cuyo origen significa «bajo el tocón». Así es como se conoce al hongo de miel en Europa del Este, aunque las razones de por qué ha llegado a extenderse este nombre en el continente americano no quedan demasiado claras.

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