Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Tras su informe del Estado de la Unión, el presidente estadounidense, Barack Obama, encara hoy un panorama bastante positivo, aun cuando el Congreso dominado por los republicanos le juega en contra.
El mandatario llevó adelante este enero una campaña previa a su alocución ayer ante el Congreso, dirigida a promocionar la recuperación económica del país lograda en su mandato y proponer medidas en favor de la clase media.
Obama cuenta ahora con una aprobación del 50 por ciento, el nivel más alto en año y medio, según una encuesta publicada esta semana por The Washington Post y ABC News.
Lo más destacado resulta el salto de nueve puntos en el índice de apoyo con respecto a diciembre último, un golpe que el inquilino de la Casa Blanca no daba desde la operación que acabó con Osama Bin Laden en 2011.
Aun cuando enfrenta un 44 por ciento de rechazo a su gestión, analistas políticos consideran que el gobernante pudiera tratar de capitalizar la actual dinámica para llevar adelante acciones ejecutivas en diferentes direcciones.
De esa manera, sortearía la recia oposición de la mayoría republicana en ambas cámaras legislativas.
Por lo pronto, el manejo por parte de Obama del tema económico -de acuerdo con el sondeo de marras- fue evaluado positiva o negativamente por un similar 48 por ciento de los entrevistados.
A su vez, la gestión presidencial ante la amenaza terrorista tiene el visto bueno de 47 y el rechazo de 45 de cada 100 encuestados.
En todo caso, un 41 por ciento considera positivo el estado de la economía, muy por encima de las 27 unidades porcentuales registradas hace tres meses.
Para Obama uno de los indicadores más importantes sería este: la mitad de los consultados justifica la toma de acciones ejecutivas para cumplir metas de la administración en caso de que el Congreso no legislara al respecto.
Un 46 por ciento de los estadounidenses se opone a tal proceder, recientemente utilizado para otorgar una suerte de amnistía a más de 4,5 millones de migrantes indocumentados que ahora podrían continuar en el país y para dar luz verde -incluido el relajamiento de la tradicional política de sanciones- al restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.
El estudio citado reveló que el 56 por ciento de los ciudadanos opina que el país va por mal camino; en tanto, un 39 por ciento cree que avanza en dirección correcta.
Sin embargo, otra encuesta -esta de NBC y The Wall Street Journal- daría motivos para el optimismo en el Despacho Oval, pues más gente que en cualquier otro momento durante el último cuarto de siglo (1991) consideró que la nación no está en declive: 48 por ciento.
Claro que 49 de cada 100 entrevistados (adultos) sí cree que el país está en decadencia, pero lo cierto es que la pesquisa expone un alentador salto de seis puntos porcentuales entre los optimistas con respecto a 2011.
Según esta investigación, Obama contaría con 46 por ciento de apoyo frente a un 48 de desaprobación.
Otra vez la tendencia es benéfica para los intereses del dignatario: cuatro puntos de avance desde noviembre.
El resurgimiento en la economía -y su capitalización política a través del anuncio de medidas favorables a la clase media- parece la clave en este escenario, que los demócratas tratarían de consolidar, aun sin sostén legislativo, de cara al ciclo electoral de 2016.