La economía dominicana durante el 2014 tuvo un buen desempeño mostrando una tasa de crecimiento de 7.1 por ciento, colocándose entre las economías de mayor impulso, en una se crítica del ciclo global, que ha seguido la economía posterior a la crisis financiera internacional que tuvo su inicio en los EEUU, durante el 2007. Pese, los efectos de este y sus secuelas como fue la insuficiencia fiscal o de crisis soberanas en la zona euro, la economía dominicana observó un crecimiento promedio de 5.2 por ciento durante 2008-2014, superior al crecimiento exhibido por las economías latinoamericanas y de la región, exceptuando Perú y Panamá.
El crecimiento económico que corresponde al 2014, tiene como particularidad el reavivamiento de los sectores agropecuarios, manufactura local y construcción que representaron en suma 21.6 por ciento, reflejando una recomposición dinámica en los sectores internos. En adición, cabe mencionar el desempeño favorable que mostró el sector de bienes transables, pese la caída de la demanda externa global, como fue el caso de minería 20 por ciento, zonas francas y turismo (9.0%), ente otros. Por cuanto, el déficit comercial a diciembre de 2014 cerraría en condiciones ligeramente favorable con relación al nivel obtenido al 2013, puesto que las importaciones serian superior a las exportaciones en solo RD$9 millones aproximadamente.
Es importante precisar, que todo crecimiento económico tiene su fuente natural de fondeo o de financiamiento. En el caso de la República Dominicana la inversión extranjera directa, las remesas, las actividades de extracción mineral y turismo, se convirtieron en las actividades fundamentales que le dieron impulso a la economía en su conjunto. En efecto, El flujo de inversión directa en el 2014 fue superior en US$247.1 millones, un 12.4% respecto al pasado año, las cuales en su mayor parte provienen de Canadá y de los EEUU, mientras Españas, producto del impacto de la crisis financiera en la zona euro, sigue reduciendo su participación por ese concepto en la economía dominicana.
En ese contexto, el sector remesas como fuente de financiamiento de la economía, aportó US$357.7 millones durante el 2014, superior al monto obtenido en el 2013, donde el mayor el 64 por ciento proviene de los EEUU como resultado de la fase de recuperación relativa, posterior al impacto prolongado que ha tenido la crisis financiera de 2007. El ligero crecimiento de las exportaciones bienes, las remesas y la inversión extranjera, entre otras, hizo posible que las reservas netas del banco central se incrementaran en US$263.9 millones con relación al 2013, monto que según las autoridades monetarias equivalen a tres meses de importaciones, exceptuando las zonas francas. En ese escenario, no puede ser soslayable el hecho de que también el endeudamiento externo constituyo una fuente importante para el financiamiento del déficit presupuestario y como tal del crecimiento económico durante el 2014.
La ligera mejoría del sector externo de la economía, se refleja en la reducción del déficit de cuenta corriente de balanzas de pagos equivalente a 3.1 por ciento del PIB durante el 2014, por debajo de 2013, tendencia que se estima sostenible durante 2015, dado que este cociente pudiera, según las previsiones oficiales, situarse entre 2.3 y 2.5 por ciento del PIB.
Cabe destacar, que la posibilidad de que se logre reducir la cuenta corriente y se mantenga la tendencia de crecimiento de la economía dominicana (7.1 por ciento) con bajo nivel de inflación (1.58 por ciento), requiere de tres elementos fundamentales: a) la caída de los precios del petróleo debe ser sostenible; b) que el descenso en los tipos de interés se mantenga; y c) que no se interrumpa la fase de recuperación de la economía de los EEUU. Solo manteniéndose estática los elementos y factores de esa matriz compleja pudiera alcanzarse las previsiones de crecimiento y bajo nivel de inflación para la economía dominicana para el 2015.
Sin embargo, las previsiones de bajo crecimiento de la economía mundial para el 2015, continúan descendiendo, pues los organismos multilaterales ante los hechos acaecidos durante enero del presente, como fue el efecto que tendría la reducción de la proporción del franco en 1.20 con relación al euro, aplicada por el banco central de Suiza y la victoria electoral de la izquierda en Grecia, enarbolando un programa de corte no neoliberal y la persistencia de las sanciones comerciales a Rusia y sus vecinos de medio oriente complica aún más la situación de la zona euro, por lo que una profundización mayor de la zona euro pudiera afectar la fase de recuperación relativa de la economía de los EEUU, reduciendo las perspectivas de crecimiento de la economía dominicana.
En materia fiscal las autoridades mostraron un desempeño prudente, puesto que por segundo año lograron reducir el déficit fiscal hasta un 2.6 por ciento con relación al PIB, en el 2014, que durante el 2012 se estimó, según las autoridades, en 8.0 por ciento del PIB. Mientras, los ingresos tributarios observaron un crecimiento de 9.61 por ciento durante el 2014, el total de gastos lo hizo en 14 por ciento, cuya previsión tiene como objetivo reducirlo a 5 por ciento en el 2015, reduciendo el gasto corriente de 15.48 a 11.5 por ciento y a su vez, elevando el gastos de capital de 10.87 a 19 por ciento. En efecto, con esto se persigue elevar la formación de capital colocando un mayor nivel de recursos en construcción e infraestructura, al tiempo que se reduce el gasto corriente hasta situar el déficit fiscal a solo 2.4 por ciento del PIB para el 2015.
Sin embargo, si bien el déficit fiscal ha observado un descenso a partir de 2012, es insoslayable que el endeudamiento se ha elevado sustancialmente, en razón de que con relación al PIB, se mantiene entre 38.3 y 37.9 entre 2013 y 2014, respectivamente, luego de haber representado 30.3 por ciento durante 2012, por cuanto, el crecimiento de los últimos dos años se ha fondeado en gran medida elevando el endeudamiento externo, toda vez que el crecimiento de los ingresos para el 2015 de 9.8 por ciento, es similar al conseguido durante el 2013 de 9.61 por ciento, lo que no sería compatible con el crecimiento económico esperado de 5 por ciento para el 2015, lo que refleja que durante el 2015 se mantenga la política de endeudamiento para continuar obteniendo altos niveles de crecimiento.
La tasa de crecimiento económico de 7.1 por ciento se obtuvo en el macro de una política montería que durante el 2014, cuya tasa se mantuvo invariable en 6.25%. En efecto, 4.75% para influir en los factores de control o esterilización; y 7.75% inducir los factores de expansión, lo que en adición al desempeño relativamente favorable del sector externo, contribuyo a que la economía cerrara el pasado año con una tasa de inflación de 1.58 por ciento.
Pese el desempeño de favorable de las variables de fondeo o los sectores impulsores de la economía, es un imperativo además, que un crecimiento económico de 7.1 con una tasa de inflación de 1.58% en el contexto de una economía con grandes desequilibrios internos, como son, el susidio al déficit eléctrico y el cuasifiscal, la alta exención fiscal a las empresas por encima de RD$33, mil millones cada año. Pues, el ajuste fiscal y monetario que sugiere ese escenario, al margen del comportamiento favorable que observaron las variables impulsoras o de fondeo, una economía solo puede crecer a un 7.1% y con inflación de 1.58%, bajo un modelo anclado en bajos niveles de remuneraciones salariales, que apenas representan entre 8 a 12 por ciento del gasto total de las empresas.
Pese este gran crecimiento la economía dominicana sigue mostrando bajos niveles de remuneración salarial y que no tiene capacidad de absorción y creación de empleo, lo cual ha cerrado la autovía del bienestar y la movilidad social que actualmente apenas es de 2 por ciento, mientras que en América Latina y la Región es de 40 por ciento.