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Buenos Aires, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Argentina precisó hoy a Estados Unidos e Israel su oposición, «por principios políticos y morales a cualquier acto que promueva la violencia o la violación de la soberanía tanto en forma abierta como encubierta».

La postura del Gobierno argentino la destacan sendas declaraciones que envió este martes la Cancillería al secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y al ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman.

El anunció lo hizo este mediodía el titular argentino de Exteriores, Héctor Timerman, en una comparecencia ante la prensa en la Casa Rosada, en la que precisó que las cartas se las entregó esta mañana a los embajadores en Buenos Aires de esos dos países a quienes citó a la Cancillería.

Al remarcar que Argentina no tiene interés alguno estratégico, ni militar, ni de inteligencia y menos de espionaje en el Oriente Medio, el Gobierno enfatiza que «se ve en la necesidad de reiterar que nuestro territorio no sea utilizado para fines de intereses geopolíticos y militares de terceros países».

Al anunciar el envío de las misivas, Timerman reiteró la solicitud de que «la causa AMIA sea incorporada en la ronda de negociaciones llevadas adelante por Estados Unidos con la República Islámica de Irán».

El ministro se refirió a la investigación del atentado en 1994 a la asociación judía AMIA en Buenos Aires y en la que se inculpa a varios ciudadanos iraníes. Este caso ha tenido varias causas que se han prolongado en el tiempo sin que ninguna haya llegado al fondo de lo sucedido.

La más reciente la condujo el fiscal Alberto Nisman quien guiado, según se reportó, por un exjefe del servicio secreto argentino y la embajada estadounidense la centró en acusar a Irán.

Sin embargo, cuando el gobierno argentino pactó con Teherán un Entendimiento a principio de 2013 para que sus acusados pudieran ser interrogados, el fiscal lo rechazó tajantemente y terminó lanzando una insólita denuncia al Ejecutivo de intentar encubrir a Irán a cambio de petróleo.

Uno de los imputados por Nisman es Hadi Soleimanpur, quien se encontraba de embajador iraní en Argentina en 1994. A un pedido judicial argentino las autoridades británicas lo arrestaron en Londres en 2003.

Pero la propia justicia del Reino Unido desechó por insustanciales y carentes de probatoria lo que se presentó como evidencia. Hubo que liberarlo e indemnizarlo por varias decenas de miles de dólares.

Timerman también recuerda el atentado contra la Embajada de Israel (1992), el primer acto terrorista en suelo argentino que mató a 29 personas, y cuya responsabilidad investigativa recayó en la Corte Suprema de Justicia argentina.

Desde hace años ese órgano «no informa ninguna actuación o avance en la investigación», se quejan las declaraciones leídas por el canciller.

Investigadores, analistas y familiares de las víctimas de la AMIA consideran que desde el Poder Judicial argentino una porción de sus miembros utiliza este caso para golpear al Gobierno por intereses políticos.

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