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Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente Barack Obama calificó de irresponsable al Congreso estadounidense, de mayoría republicana, al abordar los problemas migratorios del país.

En un artículo de su autoría que apareció este martes en The Hill, Obama señaló que «tenía esperanzas que un nuevo congreso liderado por los republicanos intentaría gobernar de manera responsable respaldando soluciones de sentido común para uno de los desafíos más grandes de nuestro país».

Sin embargo, agregó, en su lugar, hemos visto una serie de votos para deportar a los Dreamers, jóvenes que son estadounidenses en todos los aspectos excepto en los papeles.

Hemos oído, precisó, amenazas irresponsables para cerrar el Departamento de Seguridad Nacional, la misma agencia encargada de asegurar nuestras fronteras y de proteger la seguridad de las personas que viven en Estados Unidos, por ninguna otra razón que un desacuerdo partidista sobre mis acciones.

El comentario del mandatario ocurre luego de prolongados esfuerzos, bloqueados por los republicanos, para arreglar el sistema de inmigración, el cual, según Obama y otros funcionarios de diferentes tendencias políticas, por décadas no ha funcionado.

Recuerda el presidente que por más de un año y medio, los republicanos en la Cámara de Representantes impidieron que un proyecto bipartidista aprobado por el Senado fuera puesto a su firma. Ante la constante negativa de actuar de los republicanos del Congreso, con mi autoridad tomé medidas de sentido común, para arreglar lo más posible nuestro sistema de inmigración que no funciona, aclaró.

Subrayó que las acciones ejecutivas adoptadas en noviembre «son coherentes con las leyes aprobadas por el Congreso y los fallos de la Corte Suprema».

Al criticar un fallo de un juez federal de Texas que demora la aplicación de las medidas que beneficiarían a cerca de cinco millones de indocumentados, Obama advirtió en duros términos que su administración «disputará esta decisión con todas las herramientas a nuestra disposición».

Asimismo expresó su confianza que las medidas prevalecerán aunque dijo que las mismas no substituyen la acción del Congreso y manifestó su esperanza de tener la oportunidad de trabajar con todos aquellos que deseen construir sobre las mejoras que hemos establecido y que deseen arreglar nuestro sistema de inmigración.

El mandatario tiene en agenda un viaje el miércoles a Miami, Florida, para defender su plan, en medio de contradicciones con los republicanos que aspiran a dejar sin fondos al departamento de Seguridad Interior, del que dependen los servicios migratorios.

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