Medio Ambiente

Fuente: EuroNews

Los 195 Estados miembros de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) consiguieron esta semana consensuar un documento marco para negociar un acuerdo global de lucha contra el cambio climático antes de fin de 2015.

“Estoy extremadamente animada por el espíritu constructivo y la rapidez con la que los negociadores han trabajado durante esta semana”, dijo en rueda de prensa Christiana Figueres, secretaria de la Convención de Cambio Climático de la ONU (UNFCCC).

Para Figueres los estados han hecho lo que se habían propuesto: definir y asumir un texto sobre el cual negociar, dado que el documento inicial era una propuesta de los copresidentes y no había sido aceptada por los países.

El problema para muchos, incluida la Unión Europea, que hoy mostró su frustración al respecto, es que si bien el borrador contaba con 38 páginas, el que ahora está sobre la mesa tiene 86.

“El documento es mayor, pero cuenta con todos los puntos de vista y, sobre todo, es asumido como propio por todas las partes”, respondió Figueres.

El acuerdo deberá ser alcanzado en París a finales de este año y entrará en vigor en 2020.

Hasta la reunión de París habrá varios encuentros: tres formales, en junio, septiembre y octubre, donde se discutirá y se negociará el fondo del texto, y otros informales en los que se espera impulso político.

“Ahora lo que necesitamos es incrementar las directrices políticas”, aseveró Figueres, que confía en esos encuentros informales a concretarse, entre otros, en el Foro de las Principales Economías, el Diálogo Climático de Petersburg; la Conferencia de ministros africanos de Medio Ambiente; así como las próximas reuniones del G7 y G20.

Concretamente, el objetivo final del acuerdo es lograr que no haya un calentamiento global mayor a 2 grados centígrados, algo que los científicos opinan que aún es posible.

“Lo importante es que el documento de París esté en línea con las evidencias científicas”, advirtió Figueres.

Para lograrlo, aún falta algo crucial como que todos los países presenten sus compromisos nacionales o INDCs por sus siglas en inglés (Intended Nationally Determined Contributions) que cada nación debe remitir a la ONU.

La idea es que las grandes economías los remitan antes de finales marzo, y las medianas y pequeñas lo hagan hasta el 1 de octubre.

Una vez recibidos, la secretaría que dirige Figueres elaborará un informe de síntesis con el efecto agregado que supone la suma de estos compromisos para combatir el cambio climático.

Un importante escollo es que los países han sido incapaces hasta ahora de acordar qué información deben contener las contribuciones nacionales.

El texto de negociación que ahora está sobre la mesa cubre las áreas de mitigación, adaptación, financiación, tecnología y capacitación.

Se estima que se necesitan 100.000 millones de dólares de ahora a 2020 para las medidas de adaptación y la lucha contra el calentamiento climático.

Por su parte, la Unión Europea expresó su decepción por no sólo por el tamaño del documento y su dificultad extra de negociarlo, sino que dichas negociaciones no hubieran comenzado ya en Ginebra esta semana.

No obstante, asumieron que es un texto que incluye a todas las partes, lo que en sí mismo es un aspecto positivo.

La Organización Mundial de Meteorología (OMM) confirmó la semana pasada que 2014 fue el año más caliente desde que se tiene registro, lo que reafirma la tendencia al alza del calentamiento mundial.

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