Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, consideró poco sólido el pedido de autorización del mandatario Barack Obama al Congreso para el uso de la fuerza militar contra el Estado Islámico (EI).
El presidente está pidiendo menos autoridad de la que tiene en la actualidad, al amparo de autorizaciones previas, aseveró Boehner en una entrevista con el programa Fox News Sunday, de esta cadena televisiva.
De acuerdo con el borrador enviado el miércoles al Capitolio, la administración norteamericana -que lidera desde hace meses los bombardeos de la coalición internacional contra el EI- no estaría interesada en el despliegue de fuerzas terrestres a largo plazo y a gran escala, pero sin descartar incursiones de ese tipo.
El objetivo sería disponer de flexibilidad para la conducción de operativos sobre el terreno en circunstancias limitadas; es decir, en caso de rescates, en acciones de fuerzas especiales contra el liderazgo extremista o cuando se emplee personal de la coalición.
La legislación propuesta por la Casa Blanca -válida por un plazo de tres años- también autorizaría el uso de fuerzas estadounidenses para operaciones de inteligencia, misiones para permitir ataques aéreos y labores de asesoría, lo que serviría de base legal a los actuales ataques en Siria e Iraq.
Sin embargo, el pedido del Ejecutivo encuentra resistencia dentro del bando de los demócratas, preocupados por el tono vago de la resolución y la posibilidad de que Washington se vuelva a empantanar en otra contienda bélica, cuando sigue sin resolver los problemas de la presencia de tropas en Afganistán e Iraq.
El legislador por California, Adam Schiff, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara baja, señaló el miércoles que la nueva propuesta de Obama «debe reducirse aún más» y ser más precisa, de acuerdo con el reporte del diario The Hill.
Otros correligionarios se muestran cautelosos de que la ventana de tres años propuesta por el mandatario significa la posibilidad de otorgar poderes de guerra que se extenderían hasta la próxima administración, una vez que expire el mandato de Obama en enero de 2017.
Por su parte, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), cuestionó que la iniciativa carece tanto de limitaciones geográficas como de objetivos claros.