La campaña de descrédito con la que se busca dañar la imagen del presidente del Partido de la Liberación Dominicana continúa revirtiéndose contra sus auspiciadores, generando sentida preocupación y enfado entre conocidos dirigentes y agentes mediáticos del denominado PPH, ahora convertido en PRM.
A partir de la fraternal y solidaria visita del presidente Danilo Medina a su compañero Leonel Fernández en su residencia, acompañado de una representación del Comité Político y del Comité Central del PLD, las manifestaciones de respaldo al líder político y de repulsa a la campaña sucia en contra suya y de la organización que preside, han copado los medios de comunicación, con mensajes y declaraciones de dirigentes de la entidad a todos los niveles, como de instancias sociales, económicas y políticas de la nación.
Con el intento de descalificar al presidente Medina, al considerar que habría actuado de espaldas a su condición de jefe del Estado y asumir una actitud de «simple político» con su visita a Fernández, hasta procurarle estatus de agente al servicio de órganos anti criminales de los Estados Unidos al confeso y condenado narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, esos sectores muestran los niveles de desazón que les provoca el desplome de la campaña sucia.
El silencio de unos y el grito desconsolado de otros analistas de conocida factura antipeledeista se percibe tras la citada reunión que pareció darle el puntillazo final a los repetidos intentos por provocar fisuras y confrontaciones entre los dos principales pilares de la organización fundada por el profesor Juan Bosch.
De ahí las expresiones de enojo de la gendarmería mediática pepehachista, ahora convertida en perremeista , contra el presidente Danilo Medina, quien en una demostración inequívoca de aprecio y reconocimiento de los valores morales y políticos de su compañero Leonel Fernández y de compromiso ineludible con la unidad de su partido, envío un claro mensaje del espíritu de cuerpo que impera en el PLD.
A los demoledores efectos que sobre la campaña sucia ha tenido la visita del Presidente de la República al presidente del PLD, se ha sumado la repulsa de entidades sociales, económicas y políticas que han cuestionado con toda severidad la actitud de ese entramado de adversarios, que se ha valido y hace causa común con el narcotráfico y el crimen organizado, lo que ha sido considerado inaceptable para la salud social y política de la nación, como del debate de las ideas que impone la democracia.
Durante el pasado fin de semana y en las últimas 48 horas, el boomerang ha comenzado a llevarse consigo los aprestos de grupos que dentro del mismo PPH, ahora convertido en PRM, procuran insuflar los temas asumidos como puntas de lanza para crear fisuras internas en el PLD, al tiempo de continuar en su intento por dotar a ese grupo de una oferta de «acompañamiento extrapartidario» a favor de aquel al que han apostado para sustituir al pasado y derrotado candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, entidad de la cual fue expulsado.
Ayer, la persona que se ha identificado como el narcotraficante Quirino, afirmó que salió del denominado Programa de Protección a Testigos que implementan las autoridades estadounidenses, durante llamada a uno de los medios que le han servido como caja de resonancia, revelación inesperada y artera para quienes dentro de la campaña sucia han procurado vender la idea de que se trata de una acción dirigida desde instancias jurídicas y del combate al crimen organizado del extranjero.
Se trata de hechos y revelaciones que develan los entretelones a través de los cuales se ha pretendido dañar en forma fallida la imagen del liderazgo peledeísta y con ello a la entidad que de acuerdo a todas las encuestas mantiene un posicionamiento de tales dimensiones que desde ya le aseguran una nueva y contundente victoria electoral para el 2016.