Las tramas, intrigas y maquinaciones urdidas con el aborrecible propósito de difamar y desacreditar, son tan viejas como la propia historia de la humanidad. Así se comprueba en el caso de Sidarta Gautama, aquel sabio antiguo cuyas enseñanzas constituirían la base del budismo.
La reflexión es del presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández, que coincide con decenas de pronunciamientos de respaldo a su persona de parte de personalidades, organismos y órganos del PLD, organizaciones políticas y otros, a propósito de una campaña de descrédito iniciada en su contra, utilizando la identidad de un reconocido convicto por narcotráfico.
El expresidente de la República refiere en su columna “Observatorio Global”, publicada este día en el Listín Diario, con el título de “El plan para desacreditar al Buda”, que luego de sus enemigos intentar asesinarlo infructuosamente en cuatro ocasiones, decidieron eliminarlo moralmente desacreditándolo.
“Para lograr ese objetivo, contrataron a una prostituta de nombre Sundari, a la que le dijeron: -Eres una mujer muy bella y astuta. Queremos que avergüences a Buda, haciendo parecer que está involucrado carnalmente contigo. Así, su imagen se manchará, sus seguidores se irán y vendrán hacia nosotros. Haz un buen uso de tu físico-.
Relata que ante las acusaciones, los seguidores de Gautama le recomendaron que se fueran a otro lugar, a lo que él se negó respondiendo que nunca se debe huir de los problemas y que por el contrario, hay que enfrentarlo a como dé lugar.
“La verdad siempre saldrá a relucir sin importar el tiempo que pase. No te preocupes, nadie puede hacer daño a la reputación por más de siete días”, apunta Fernández que fue la respuesta del Buda.
Fernández narra que al séptimo día, los rufianes, que se encontraban ebrios con el licor comprado con el dinero que le habían dado, confesaron el mal que habían perpetrado, junto con la identidad de los autores intelectuales.
“El rey envió a buscar a los heréticos y les ordenó buscar el cuerpo de Sundari y llevarlo por el pueblo, anunciando que eran ellos los culpables de su muerte y de tratar de llevar desgracia a la honra de Buda y sus seguidores. A partir de ese momento, la reputación de Buda creció, al igual que el número de sus seguidores”.
Previamente, el presidente del PLD había dicho en las redes sociales y en su portal en la web. que los ataques ponen de relieve la firmeza con que su gobierno enfrentó a sectores del crimen transnacional organizado, a quienes extraditó en cumplimiento de la ley.