Las partes mecánicas esenciales, generadores y turbinas, de la central generadora Punta Catalina de 720 megavatios, son fabricadas por empresas norteamericanas, a pesar de que el financiamiento por US$700 millones prometidos como aporte del Eximbank fueron retirados al inicio del proyecto.
El Banco de Exportación-Importación de los Estados Unidos (Eximbank) formó parte de la estructura financiera de la central Punta Catalina como garantía de que la parte generadora del proyecto fuera de origen norteamericano, y a pesar de que se retiró en el momento en que se armaba la estructura financiera del proyecto, tanto el consorcio ganador de la obra Odebrecht-Tecnimon-Acero Estrella como la CDEEE no sólo mantuvieron su palabra, sino que también le asignaron a fabricantes norteamericanos las calderas, las mismas que estaban supuestas a ser contratadas en Europa.
En efecto, la italiana Tecnimon que resultó beneficiada por el contrato de las calderas, las ordenó construir a la firma Alston, versión Estados Unidos de América.
O sea, a pesar de que los más de US$1,200 millones de créditos necesarios para la construcción de Punta Catalina provienen de fuentes europeas (SACE-Deustche Bank) y sudamericanas(PNDS-PNBS-Paribas) lo mismo que los seguros de riesgo, sólo los suministros de subestaciones, redes de alta tensión y otras partes que no son de alto costo como los generadores y turbinas, provendrán de los países donde residen losprestamistas.
Los componentes de generadores y calderas ya llevan un año de adelanto, pues las órdenes de diseño y construcción habían sido aprobados por CDEEE y el consorcio constructor, adelantó en su oportunidad el administrador de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara.
Aunque nunca las autoridades de la CDEEE ni los contratistas han dicho a cuáles razones se debió tal preferencia por las partes más costosas del proyecto estuvieran a cargo de las norteamericana General Electric y Alston-versión norteamericana, se entiende que por razones geopolíticas y para satisfacer reclamos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
Una situación parecida confrontó la construcción del Metro de Santo Domingo, que ha estado sometido a las críticas negativas de parte de agencias del Departamento de Comercio o de instituciones multilaterales influidas por este, por causa de que ninguna de las partes importantes de esta obra ha sido de procedencia norteamericana, sino europeas, específicamente francesas y de la República Popular China.
Por eso se considera inexplicable para muchos sectores ligados a la industria eléctrica, que empresas como AES Internacional, de origen norteamericano y con grandes inversiones en el sector en la República Dominicana, activen claramente, junto a la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM-RD), en procura de restarle méritos la inversión del Estado en las plantas a carbón de Punta Catalina.
Tanto el vicepresidente ejecutivo de la AMCHAMRD, William Malamud, como otros invitados para la ocasión, han emitido severas críticas a las plantas a carbón de Punta Catalina, asignándoles propiedades que exponen al ambiente donde se levantan, a ritmo superior al 20% de los trabajos.
Sin embargo, es precisamente AES Dominicana por intermedio de Ege-Itabo, la subsidiaria local de AES International, la que opera desde inicio mismo de este siglo dos unidades de 125 megavatios cada una (Itabo I e Itabo II) en Haina, alimentadas a carbón, ejemplo de que a pesar de la vieja tecnología de ambas plantas, que datan de la década de 1980, no se ha reportado perjuicios al ambiente, no obstante sus 15 años de operación. Incluso, con el problema de disposición final de la ceniza resuelto por las cementeras, que hacen colas de camiones para recogerlas de las dos Itabos.
(Las dos generadoras de 360 megavatios cada una de Punta Catalina son de tecnología avanzada, pues no solamente nunca expondrán al ambiente el carbón mineral, como hacen las dosItabos, sino que también lo pulverizarán antes de introducirlos a las calderas, para dejar residuos de cenizas).
En esta gráfica aparece el señor José Cordeiro (al centro) y William Malamud, junto al periodista Iban Campo.
La semana pasada, precisamente invitado por AES, estuvo en el país el académico José Cordeiro, promotor de la Singularity University, quien en una charla ante la membresía de la AMCHAMRD calificó de un “error histórico” del Estado Dominicano la ejecución del proyecto Punta Catalina. Cordeiro, no hizo referencias, sin embargo, a que Estados Unidos todavía se suple en casi un 40% con energía que procesa carbón.
AES International vino al país atraída por el proceso de capitalización de 1998. Desde entonces ha hecho importantes inversiones en el sector energético que superan los US$1,000 millones.
En sus inicios AES montó una regasificadora de gas natural en Andrés, Boca Chica, introduciendo por primera vez el energético al país. También resultó ganadora de la licitación para operar la entonces recién creada Distribuidora de Electricidad del Este (EDESTE, la que luego se declaró incompetente para operarla, y la cedió en donación a la TCW.
Esta última, la TCW, inició demandas internacionales contra la CDEEE por pagos supuestamente atrasados, más daños por perjuicios que sumaban más US$1,000 millones, que hubo que transar por US$27 millones, con lo que Estado readquirió a EDESTE. Esto hizo pensar que AES procuró a TCW para que demandara lo que ellos no se atrevieron a hacer y para desangrar a la CDEEE y sacarla totalmente del mercado competidor, en caso de resultar ganadora la demanda internacional de TCW.
A comienzos de este siglo, AES adquirió la mayoría accionaria privada de Ege-Itabo, donde el Estado tiene el 49% de la propiedad, que entonces estaba dirigida por su principal accionista privado Rolando González Búnster. Allí AES construyó un puerto carbonero y comenzó a operar las dos Itabos con carbón, cosa que nunca se había hecho cuando estaban en propiedad de la antigua Corporación Dominicana de Electricidad, que procesaba búnker c.
A diferencia de Ege-Haina que tuvo que acudir al mercado spot para suplir toda la energía que contrató vender a las distribuidoras como resultante de la aplicación del Acuerdo de Madrid, Ege-Itabo no ha tenido que hacerlo gracias a que también adquirió el grupo generador de la Dominican Power Partneer (Los Minas I y II), de 230 megavatios que se alimentaban a gasoil, pero que casi inmediatamente pasó a procesar gas natural, por efecto del gasoducto que construyó desde sus instalaciones en Andrés hasta Los Mina. En actualidad invierte más de US$200 millones para convertir Los Mina a ciclo combinado y agregar otros 150 megavatios de capacidad.
Por lo menos tres presidentes de AES Dominicana lo han sido también de la AMCHAMRD, donde se le considera la empresa extranjera más influente.