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Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El enviado de Naciones Unidas para Yemen, Jamal Benomar, advirtió al Consejo de Seguridad que el país de la Península Arábiga está al borde de una guerra civil, solo posible de evitar con el diálogo.

La escalada de las tensiones políticas y la violencia sectaria conducen rápidamente a la nación a un escenario de conflicto armado, precisó vía video conferencia en una sesión del órgano de 15 miembros para analizar la crisis yemenita, convocada con urgencia.

Según Benomar, particular preocupación generan el tono sectario y las divisiones norte-sur en el país, donde el movimiento chiita Ansar Allah, de la tribu huti, controla importantes sectores de la capital Sanaa, y en las últimas horas tomó áreas clave de la sureña ciudad de Taiz, incluyendo el aeropuerto.

El presidente Abdo Rabbo Mansour Hadi sigue refugiado en la también sureña urbe de Aden, que pudiera ser centro de combates por el avance de los rebeldes.

«Las emociones corren con extrema rapidez, y a menos que se encuentre una solución, aumentarán las confrontaciones violentas», afirmó el enviado de la ONU, quien ha tratado de impulsar negociaciones de paz entre los huti, Hadi y otros actores.

Benomar llamó al compromiso de todas las partes con el ejercicio de la calma y el diálogo.

El Consejo de Seguridad insistió esta semana en que solo reconoce a Hadi como presidente legítimo de Yemen, y extendió en febrero las sanciones contra quienes obstaculicen la salida pacífica de la crisis.

Sin embargo, los huti han descartado hasta el momento ceder ante presiones externas, las cuales proceden además del Consejo de Cooperación del Golfo.

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