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Ottawa, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Una agencia de espionaje electrónico canadiense desarrolló junto a Estados Unidos y Reino Unido un sistema de ataque cibernético para jaquear computadoras y teléfonos en varios países del mundo, reveló una investigación.

De acuerdo con los documentos confidenciales develados por un equipo de periodistas de CBC News, la agencia canadiense de espionaje electrónico Communications Security Establishment (CSE) diseñó un sistema cibernético para desviar a alguien a un sitio web falso y crear malestar haciéndose pasar por otro gobierno o piratas informáticos.

La capacidad cibernética del organismo apuntaba más allá de los jaqueos por razones de seguridad, e incluían la capacidad de actuar con «bandera de otra nación» para irrumpir en el tráfico en línea redireccionando transferencias bancarias, congelando conexiones de Internet o interfiriendo en sistemas de transporte y electricidad, indica la pesquisa.

Precisa, además, que los «blancos» de tales acciones eran naciones consideradas «amigas» en Medio Oriente, el norte de África, Europa y México.

Otros documentos fechados en 2013 revelan que la CSE espió computadoras y teléfonos conectados con el Ministerio de Minería y Energía de Brasil, agregó la agencia de noticias.

Algunos de los documentos obtenidos por la CBC están fechados y no necesariamente reflejan los programas o prácticas que está haciendo actualmente la CSE, manifestó la agencia de espionaje en un breve mensaje.

La CBC trabajó en esta investigación junto con el portal noticioso estadounidense The Intercept, cofundado por Glenn Greenwald, el periodista norteamericano que primero publicó las revelaciones del exagente de la CIA Edward Snowden, a quien ayudó a destapar hace dos años las escandalosas confirmaciones de espionaje masivo por parte de los servicios estadounidenses en todo el orbe.

Estas revelaciones sirven como un gran llamado de atención a todos los canadienses, particularmente en el contexto del debate parlamentario sobre si se debe dar a los funcionarios de inteligencia la facultad de interrumpir amenazas de seguridad nacional, opinó Ronald Deibert, director de Citizen Lab, un grupo de investigación de Internet de la Universidad de Toronto.

En la actualidad se discute en el parlamento de esta nación norteña un polémico proyecto de ley antiterrorista.
La iniciativa C-51 es criticada por los partidos de la oposición y organizaciones de derechos humanos, los cuales sostienen que con el proyecto de ley el Gobierno del primer ministro conservador, Stephen Harper, busca ampliar los poderes de los servicios secretos y atentar contra el derecho a libertades fundamentales.

A juicio del director de la Oficina de la Protección de la Privacidad, Daniel Therrien, los poderes del proyecto de ley antiterrorista quiere otorgar poderes «excesivos» a las fuerzas de seguridad e inteligencia.

Harper esgrime que la legislación ayudaría a prevenir la «amenaza terrorista» a la que, supuestamente, se enfrenta su administración.

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