El Cairo, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El Gobierno egipcio expresó aprensiones por la preservación de la estabilidad regional y afirmó en una declaración de la cancillería que la seguridad de los países de la península Arábiga es una línea roja.
La declaración alude de manera indirecta a la crisis en Yemen, el empobrecido país de la península Arábiga desde el cual se controla el estrecho de Bab El Mandeb, por donde pasan los buques que transitan hacia y desde el mar Rojo por el canal de Suez.
El comunicado subraya que «Egipto reitera su compromiso de continuar trabajando y colaborar con sus hermanos árabes para enfrentar las presentes amenazas en la región», sin aportar más precisiones.
En la actualidad los retos levantinos son varios y abarcan desde Túnez, tras el ataque contra turistas del miércoles pasado, hasta Yemen, por el atentado suicida del viernes siguiente, pasando por la victoria de la ultraderecha en los comicios israelíes.
La declaración establece que El Cairo «sigue de cerca los peligrosos conflictos que amenazan la supervivencia y la seguridad de la Nación Arabe» y antecede en pocos días al inicio de la Cumbre de la Liga Arabe en la cual Egipto propondrá la creación de una fuerza militar colectiva.
