Hablan los hechos

El tema de las coaliciones políticas para construir mayorías electorales, surge de la necesidad de transformar el sistema de elección presidencial por mayoría simple, el cual había provocado un largo periodo de inestabilidad y ruptura de los sistemas democráticos en casi todo el continente, hacia un método que garantizara una mayoría calificada (45-50%) y por lo tanto legitimidad incuestionable.

En Chile se produjeron las contradicciones que tipificaron la crisis del presidencialismo de mayoría relativa, cuando en 1970 Salvador Allende resultó electo Presidente Constitucional con el 36% de los votos, lo que junto a una conspiración nacional e internacional aisló su gobierno y tuvo como resultado el golpe de estado de septiembre de 1973,

Pero también Chile es el país que en un ambiente complicado, por los innegables logros que desde el punto de vista económico había logrado la dictadura del General Augusto Pinochet, pudo construir una coalición multi-partidartia que, primero derrota la intención del dictador de perpetuarse en el poder y luego gana las elecciones batiendo la marca del 50% mas un voto, valor mínimo para ser Presidente de ese país según su Constitución.

Concertación para el ¨NO¨

En la Constitución chilena impuesta por los militares fue incluido un artículo transitorio por medio del cual los jefes de las fuerzas armadas tenían la potestad de presentar en forma unánime el nombre de quien debía ejercer como Presidente de la República por un periodo de ocho años.

Era necesario que la ciudadanía ratificara esta decisión mediante un plebiscito, que fue convocado para octubre de 1988, donde Pinochet se presentaba para seguir al frente del gobierno hasta 1996, en caso de ganar el ¨SI¨ o convocar a elecciones para elegir a un nuevo presidente si ganara el ¨NO¨.

Hablamos de una situación política muy complicada para la oposición, Chile había sido un país golpeado hasta sus raíces por la represión militar derivada del golpe de estado, su clase política perseguida y los partidos diezmados, el régimen se congratulaba de sus éxitos en materia económica y consideraba imposible perder el plebiscito de parte de una oposición dividida y fragmentada.

Sin embargo, desde las filas de la oposición decidieron jugar las cartas que sirvió el gobierno, se aliaron las cuatro principales fuerzas políticas del país: Democracia Cristiana, Partido Socialista, Partido Por la Democracia y el Partido Radical Social Demócrata y otras 12 agrupaciones política opositoras; en un movimiento llamado Concertación de Partidos por la Democracia, los que, bajo la consigna ¨Vuelve la Alegría¨ derrotaron al régimen con el 56% de los votos por el ¨NO¨contra el 44% que votó por el ¨SI¨.

Concertación para el gobierno

La coalición se mantuvo como una alianza de fuerzas disímiles desde el punto de vista ideológico, pero con el objetivo de común de construir un programa mínimo para presentarlo al electorado y derrotar en las urnas a las fuerzas pinochetistas que coaligaron también para intentar mantener el poder.

Dos fenómenos se produjeron al mismo tiempo en la politica chilena, por una parte se echaron a un lado los radicalismos extremistas que llevaron a la inmolación de la parte mas avanzada del pensamiento político de los años setenta y por el otro se inauguró la metodología de dos vueltas electorales, en caso de que en un primer llamado a elección ninguno de los candidatos consiguiera el piso de 50% mas un voto que era lo necesario para ganar.

Con la Concertación de Partidos por la Democracia, se enterraron en Chile deudas que parecían insalvables desde el punto de vista político y personal, por ejemplo, Patricio Alwyin, el primer Presidente electo por esta coalición de partidos en 1989, como parte del ala conservadora de la Democracia Cristiana, había apoyado el golpe de estado de Pinochet, y en las elecciones fue apoyado por el Partido Socialista, cuya dirección completa era parte de las lista de desaparecidos o de la gran cantidad de exiliados por la dictadura.

Es decir, en Chile la necesidad hizo que en Chile, partidos políticos muy disímiles, con una visión muchas veces contraria sobre temas fundamentales, tuvieran que asumir un proyecto común, el que al final ganó las elecciones y asumió el poder en 1990.

Bipartidismo multipartidario

La Concertación de Partidos por la Democracia gobernó ininterrumpidamente durante 20 años en Chile, un sistema político fraccionado por la discusión ideológica y la violencia fue capaz de caminar hacia el bipartidismo multipartidario.

Es decir, en todas las elecciones posteriores a la dictadura, en vez de enfrentarse dos fuerzas políticas con posibilidades de ganar, lo que se construyó fue un sistema que jugó siempre a la primera vuelta donde se coaligaron los partidos de centro izquierda en la Concertación y la centro derecha en Alianza por Chile.

Como vimos en nuestra serie escrita en este mismo medio sobre las ideologías, una de las razones que se señala dan sentido a la estabilidad del sistema presidencialista de los Estados Unidos, es la existencia de dos partidos que se han turnado en en el ejercicio del poder durante mas de 200 años, primero el Partido Republicano y el Partido Federalista y en el siglo XIX al desaparecer este ultimo, los Republicanos se enfrentan al Partido Demócrata hasta nuestros días.

De modo que aunque se mantiene la dispersión con la existencia de múltiples fuerzas que mantienen sus diferencias, estas han sabido construir un sistema que trajo estabilidad a los gobiernos que fueron electos desde 1989, por la validación que ha dado el obtener mas de la mitad de los votos en cada elección, es decir, una mayoría absoluta que permite tomar medidas desde el ejecutivo, aunque en muchas ocasiones las diferencias ideológicas se expresen en el parlamento.

Resultados económicos de la dictadura

Los resultados de la estabilidad política en Chile, se expresan en el progreso y desarrollo que muestra ese país del cono sur en el día de hoy.

Este país es un ejemplo de la implementación en medio de una dictadura de las medidas económicas que caracterizan al neoliberalismo, es mas, Chile sin dudas es uno de los conejillos de indias donde se produjeron profundas reformas en sintonía con la escuela monetarista que impulsaba Milton Friedman y la Escuela de Economía de Chicago.

Desde el punto de vista macroeconómico en los gobiernos de la dictadura, Chile tuvo un crecimiento sostenido en un ambiente de baja inflación, apertura a los mercados internacionales, cambios en la estructura de su economía, se diversificó la inversión, se privatizaron las empresas estatales y en términos generales hubo progreso, aunque a un costo social enorme.

A pesar de la visibilidad del progreso de su economía, Chile se hizo un país cada vez mas desigual, ya que por ejemplo los salarios de dejaron a la competencia del mercado, se suspendieron los programas sociales de ayuda a los mas pobres, se disminuyó la inversión pública incentivando la iniciativa privada por lo que los servicios públicos se privatizaron y a fines de la década de los 90 era una de las sociedades mas desiguales de America latina.

Grandes núcleos humanos se mantenían excluidos del progreso que mostraban las cifras que macroeconómicas, Chile aún en el día de hoy es uno de los países mas desiguales del planeta; el mas desigual de los 34 países que son miembros de la OCDE y está en el grupo de los 15 mas desiguales del mundo.

Todo esto ha sido el resultado del modelo del libre mercado radical, lo que produjo la concentración de la riqueza en muy pocas manos, a pesar del avance que ha tenido en distintas áreas en mucho el camino que le falta por recorrer.

Resultados económicos de la concertación

Al entregar el gobierno la Concertación en el año 2010, Chile tenía la mitad de los pobres que le fueron entregados a los integrantes de esta coalición de partidos, la pobreza absoluta disminuyó del 30% al 15%.
El ingreso promedio de la población se triplicó su ingreso per-cápita hasta cerca de los 17 mil dólares, que lo coloca en segundo lugar solo por debajo del Uruguay.

La mortalidad infantil se recorto a un tercio, la incorporación de la mujer a las actividades productivas subió del 15 al 35%, aumentó el doble el gasto en educación la esparranca de vida subió hasta los 78 años.

También se revirtió la tendencia negativa de inversión en gasto social llegando al 67% del gasto total estatal, la canasta básica por ingreso es accesible al 83% de la población, se duplicó el acceso a la educación pre-escolar alcanzando al 30% de todos los niños.

En 20 años se cuadruplicó el acceso a carreras universitarias y 7 de cada 10 estudiantes son los primeros de su familia en acceder a una profesión en una academia de altos estudios, es el país latinoamericano con mayor acceso a la sociedad de la información, existen 333 computadoras por cada 1000 habitantes, el 75% de los chilenos vive en casa propia (2 millones de viviendas construidas en 20 años).

Chile es también el país mas competitivo de latino-america, ocupa el lugar 23 en el indice mundial de competitividad, tiene el cuerpo de policía mas confiable, es el que mas invierte en salud en nuestro continente US$303.00 por habitante, frente a US$235.00 en promedio en el resto de nuestros países.

Es también donde existe menos corrupción, ubicado en el numero 23 a nivel mundial y cuenta con el mas alto nivel académico a nivel universitario de américa-latina.

Es decir, los resultados económicos y sociales de esta coalición de partidos ha sido de beneficio, aun cuando perdieron las elecciones del 2010 frente a la centro derecha, volvieron a ganar en el 2013 agregando nuevas agrupaciones políticas, incluyendo al Partido Comunista de Chile, que hoy forma parte del gobierno y cuenta con parlamentarios, lo que no ocurría desde el golpe de estado de 1973.

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