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Roma, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El papa Francisco arremetió el sábado contra las políticas económicas y financieras causantes del desempleo, la marginación y la injusticia social.

Criticó, además, la explotación laboral y denunció el pago injusto de salarios a personas que trabajan más de ocho horas diarias.

Los empleadores muchas veces se aprovechan de la necesidad de muchos, de la crisis económica y laboral presente en Europa y en el resto del mundo, denunció el Papa.

Ésa es una realidad con la cual convivimos. Lo peor es que a quien no le gusta le dicen: vete para tu casa, porque existe la seguridad de que otro aceptará, sentenció el Sumo Pontífice, según precisó la web oficial de Radio Vaticano.

El hambre hace que algunos trabajen, pero sin una garantía de seguridad social, como ocurre con la gran mayoría del personal doméstico, añadió.

Cuando necesitan una pensión o violan sus derechos, carecen de mecanismos para defenderse, explicó Francisco.
El Santo Padre lamentó el «drama de la cultura del descarte», con la cual se ven afectados muchos profesionales valiosos, quienes no pasan ni siquiera de los 50 años de edad,pero aún así son desechados.

De manera especial, alentó a pensar en los jóvenes, en tantas mujeres que necesitan trabajo o en cualquier adulto sin empleo.

Asimismo, el Papa se refirió a la economía y su relación con la justicia socia y la dignidad de las personas.
Criticó un cierto liberalismo con el cual se considera necesario primero producir riqueza, sin importar cómo, para después promover alguna política redistributiva estatal.

El jefe del Vaticano solicitó una mejor colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, para organizar recursos e influir en una vida digna y serena, pagar salarios justos a los trabajadores e invertir en iniciativas realmente necesarias.

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