Panamá, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente estadounidense, Barack Obama, proclamó ayer como terminados los días de la “injerencia” de los Estados Unidos en la región.
“Aquellos días en que nuestra agenda en este hemisferio a menudo suponía que Estados Unidos podía inmiscuirse con impunidad, ya pasaron”, dijo Obama al intervenir en un foro sobre la sociedad civil de América Latina realizado en esta capital en el marco de la Cumbre de las Américas.
Las declaraciones del mandatario se producen en el contexto de la normalización de las relaciones de Estados Unidos y Cuba, por un lado, y de un fuerte enfrentamiento diplomático entre el gran vecino del norte y Venezuela, luego de que el primero declarara al segundo como un peligro para su seguridad.
El presidente Barack Obama y su homólogo de Cuba, Raúl Castro, sostendrán un esperado encuentro este sábado, el cual simbolizará el cambio radical experimentado por la política estadounidense hacia la isla caribeña.
La Cumbre de las Américas cerrará hoy sus puertas en el Centro de Convenciones de Atlapa, con una sesión plenaria en la que participarán una treintena de mandatarios de la región.
La víspera, durante la inauguración, fue leído un mensaje del papa Francisco dirigido al mandatario anfitrión, Juan Carlos Varela y a todos los participantes en la reunión, en el cual, entre otros señalamientos, destaca que los pobres no pueden seguir viviendo de las migajas que caen de la mesa de los pobres.
El texto fue leído por el enviado especial del Sumo Pontífice, cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
En su mensaje, el papa Francisco declara que salud, educación y seguridad son elementos vitales de los que ningún ser humano debe ser excluido y mientras no haya distribución equitativa de las riquezas no se resolverán los males de la sociedad.
En la ceremonia inaugual de la Cumbre también pronunciaron discursos el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, quienes coincidieron en elogiar el clima de diálogo en el encuentro, marcado el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.
El saludo durante la inauguración entre los presidentes Raúl Castro, de Cuba, y Barack Obama, de Estados Unidos marca hoy el acontecer noticioso de los medios panameños e internacionales que se encuentran Ciudad de Panama.
En su carácter de anfitrión, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, dejó oficialmente inaugurada la reunión, en un discurso donde recordó que después de 59 años, los países del continente vuelven a reunirse en Panamá, para abordar los problemas comunes que los afectan y cómo enfrentarlos con la cooperación de todos.
Varela expresó que este encuentro será para tomar decisiones que aseguren el futuro promisorio de América y definir el rol que nuestros países están llamados a desempeñar en el mundo, como instrumentos de paz, desarrollo, justicia social y equidad.
Recordó que desde aquella Cumbre que tuvo lugar en Panamá en 1956 a la fecha, América vivió momentos muy difíciles, siendo el escenario de justas pero costosas luchas sociales en medio de las diferencias ideológicas y la medición de fuerzas entre grandes potencias.
«Esta época de nuestra historia quedó atrás y hoy vivimos en un continente donde prevalece la paz, lo que nos ha permitido alcanzar importantes logros en materia económica y social», resaltó.
Otro hecho destacado en la jornada fue la retirada de la delegación cubana del foro de la Sociedad Civil, por su renuencia a compartir espacios con individuos a los que acuaron de terroristas y mercenarios.
También sobresalió la denuncia de organizaciones panameñas de la continuidad de acciones desestabilizadoras por parte de elementos que dependen financieramente de la ultraderecha violenta de origen cubano, que reside en Miami.
Un sabor totalmente diferente dejó el fraternal encuentro del presidente boliviano Evo Morales con los asistentes a la Cumbre de los Pueblos, donde recordó la trayectoria de los movimientos sociales en su país y el continente y recordó las enseñanzas de Hugo Chávez, de que solo la unidad permitirá la derrota del Imperio.
También hubo varios encuentros bilaterales de mandatarios y un panel de los presidentes de Brasil, México, Panamá y Estados Unidos que clausuró el Foro Empresarial.