Panamá, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente cubano, Raúl Castro, ratificó en la VII Cumbre de las Américas la disposición al diálogo respetuoso y la convivencia civilizada con Estados Unidos, al tiempo que exculpó al mandatario Barack Obama del bloqueo de Washington contra La Habana.
Aprecio como un paso positivo su reciente declaración (de Obama) de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar, afirmó Raúl Castro al intervenir en el foro regional, efectuado en el capitalino Centro de Convenciones Atlapa.
Agregó que hasta hoy, el bloqueo económico, comercial y financiero se aplica en toda su intensidad contra la isla, provoca daños y carencias al pueblo y es el obstáculo esencial al desarrollo de la economía cubana.
Apuntó que esa medida constituye una violación del Derecho Internacional y su alcance extraterritorial afecta los intereses de todos los Estados.
Hemos expresado públicamente al presidente Obama, quien también nació bajo la política de bloqueo a Cuba y al ser electo la heredó de 10 presidentes, nuestro reconocimiento por su valiente decisión de involucrarse en un debate con el Congreso de su país para ponerle fin, indicó el presidente cubano.
Este y otros elementos deberán ser resueltos en el proceso hacia la futura normalización de las relaciones bilaterales, subrayó.
Luego de referirse a los intentos desestabilizadores de la Revolución cubana, Raúl Castro manifestó que hubo muchos presidentes estadounidenses a quien culpar por esa historia, pero Obama no era uno de ellos.
Me disculpo con el presidente Obama y los otros aquí. Le he expresado al presidente Obama que me pongo muy emotivo al hablar de la Revolución. Me disculpo con él porque el presidente Obama no tuvo ninguna responsabilidad en esto, enfatizó.
Raúl Castro calificó a Obama de un hombre honesto, se refirió a su origen humilde y reconoció como valiente su decisión de enfrentar al Congreso en un debate sobre la eliminación de esa política.
Por ello, el presidente cubano exhortó a continuar con el apoyo a Obama en su intención de eliminar el bloqueo.
En el comienzo de su intervención, Raúl Castro sostuvo que ya era hora de que hablara aquí en nombre de Cuba, al tiempo que agradeció la solidaridad de todos los países que hicieron posible la participación de su país por primera vez en una Cumbre de las Américas y al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, por su invitación a la cita.
Asimismo, expresó solidaridad con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y con el pueblo de ese país por los recientes desastres naturales.
Más adelante, manifestó su respaldo a Venezuela, al abogar por la derogación de la orden ejecutiva de Obama, que califica injustamente a la nación suramericana de amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
«Venezuela no es ni puede ser una amenaza a la seguridad nacional de una superpotencia como los Estados Unidos», indicó y consideró positivo que incluso el propio presidente norteamericano lo haya reconocido así.
Raúl Castro reafirmó el apoyo de manera resuelta y leal a Venezuela, al gobierno legítimo y a la unión cívico-militar que encabeza el presidente Nicolás Maduro, al pueblo bolivariano y chavista que lucha por seguir su propio camino y enfrenta intentos de desestabilización y sanciones unilaterales.
Al respecto, reclamó que tales sanciones «sean levantadas, que la orden ejecutiva sea derogada, lo que sería apreciado por nuestra comunidad como una contribución al diálogo y al entendimiento hemisférico».
Destacó que Cuba respalda los esfuerzos de Argentina para recuperar las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido, y -subrayó- apoya la legítima lucha argentina en defensa de la soberanía financiera.
También expresó que Cuba seguirá «apoyando las acciones de Ecuador frente a las empresas transnacionales que provocan daños ecológicos a su territorio y pretenden imponerle condiciones abusivas».
Asimismo, aseguró que será invariable el apoyo cubano al pueblo latinoamericano y caribeño de Puerto Rico en su empeño por alcanzar la autodeterminación e independencia, como ha dictaminado decenas de veces el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, para esa isla bajo el dominio de Estados Unidos.
Igualmente, prosiguió, continuaremos nuestra contribución al proceso de paz en Colombia. Cuba es garante y sede de los diálogos que desarrollan el gobierno de Juan Manuel Santos y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) para poner fin al conflicto interno.
Raúl Castro también instó a multiplicar la ayuda a Haití, no sólo mediante asistencia humanitaria, sino con recursos que le permitan su desarrollo, y apoyó que los países del Caribe reciban un trato justo y diferenciado en sus relaciones económicas, y reparaciones por los daños provocados por la esclavitud y el colonialismo.
Por otra parte, el dignatario cubano reconoció la contribución de Brasil, y de su presidenta Dilma Rousseff, al fortalecimiento de la integración regional y al desarrollo de políticas sociales que trajeron avances y beneficios a amplios sectores populares; las cuales, dentro de la ofensiva contra diversos gobiernos de izquierda de la región, se pretende revertir.
El presidente cubano llamó a toda la América a unir esfuerzos para luchar contra cuestiones como el cambio climático, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado y preguntó «¿Qué impide, a nivel hemisférico, cooperar para enfrentar el cambio climático?».
«¿Por qué no podemos los países de las dos Américas luchar juntos contra el terrorismo, el narcotráfico o el crimen organizado, sin posiciones sesgadas políticamente?», continuó.
Recordó que el año pasado se estableció la cooperación hemisférica para enfrentar el ébola y las naciones trabajaron juntas, «lo que debe servirnos de acicate para empeños mayores».
En este sentido, refirió que la cooperación podría encaminarse a dotar al continente de escuelas y hospitales, así como para disminuir la inequidad en la distribución de las riquezas, reducir la mortalidad infantil, erradicar el hambre y las enfermedades prevenibles y acabar con el analfabetismo.
Raúl Castro alertó además sobre problemas globales como el cambio climático, el subdesarrollo, la pobreza, la especulación financiera y la militarización del ciberespacio.
Recordó que el planeta vive bajo la amenaza de enormes arsenales nucleares que debieran eliminarse y del cambio climático que nos deja sin tiempo, mientras se incrementan las amenazas a la paz y proliferan los conflictos.
Exaltó que no puede aceptarse que menos de una decena de emporios, principalmente norteamericanos, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta, agregó el dignatario, para quien Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa, en especial en la generación de contenidos.
Calificó de inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados. No dejaremos que se nos deslumbre ni colonice otra vez, remarcó.
Por ello, aseveró, Cuba seguirá defendiendo las ideas por las que nuestro pueblo ha asumido los mayores sacrificios y riesgos, expresó el dignatario.
La nación antillana, subrayó, continuará luchando junto a los pobres, los enfermos sin atención médica, los desempleados, los niños y niñas abandonados a su suerte u obligados a trabajar o a prostituirse, los hambrientos, los discriminados, los oprimidos y los explotados que constituyen la inmensa mayoría de la población mundial.