Washington, (Servicios de Vanguardia del Pueblo) La directora de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Michele Leonhart, dimitirá próximamente debido al escándalo por la participación de agentes de la entidad en orgías con la presencia de prostitutas, pagadas por narcotraficantes colombianos, informaron medios de prensa.
Leonhart, la primera mujer en dirigir la entidad, ha sido perseguida desde hace meses por reportes de falta de ética del personal que dirige, incluyendo una reciente audiencia ante el Congreso debido a esta situación, recordaron las televisoras CBS News y CNN.
Durante una rueda de prensa este martes, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, evitó confirmar si la funcionaria renunciaría, y solo indicó que el gobierno del presidente Barack Obama se encontraba preocupado por la investigación sobre la mala conducta de algunos de los agentes.
La pasada semana el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes aseguró que había perdido la confianza en Leonhart para dirigir la agencia.
Miembros de esa instancia sostuvieron que, tras casi una década al frente de la DEA, ella no había logrado cambiar la cultura de la agencia y había consentido o ignorado esos comportamientos.
Un informe del departamento de Justicia indicó el 26 de marzo que agentes de la DEA participaron durante varios años en fiestas sexuales con prostitutas contratadas con el dinero de los cárteles de la droga en edificios gubernamentales.
De acuerdo con el documento de unas 140 páginas, siete de 10 funcionarios acusados de participar en las fiestas confesaron y fueron sancionados.
Si bien el texto no revela el lugar donde ocurrieron las orgías, un funcionario implicado en la investigación y que pidió el anonimato, reveló al diario The Washington Post que tuvieron lugar en Colombia.
Un policía local presuntamente arregló fiestas de sexo con prostitutas financiadas por carteles locales de droga para estos agentes de la DEA, precisó el informe.
Las bacanales sucedieron «durante varios años» en las oficinas que el gobierno estadounidense alquilaba en ese país, agregó.
La Oficina del Inspector General explicó que la presencia en los lugares de «laptops, celulares y otros equipos de los agentes, representaban un riesgo de seguridad para la DEA y los agentes que participaban en las fiestas, exponiéndolos a la extorsión, el chantaje y la coerción».
También destacó que tres supervisores especiales de la DEA presuntamente recibieron dinero, regalos caros y armas de miembros de cárteles de la droga, además de los favores de las prostitutas.