Katmandú, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Alrededor de 6,6 millones de nepaleses fueron afectados por el terremoto del sábado, indicó hoy la Oficina de Naciones Unidas en esta capital.
«Estamos listos para ayudar al gobierno de Nepal a responder a esta terrible tragedia», dijo el coordinador residente de la ONU aquí, Jamie McGoldrick.
Es esencial que nos movamos con rapidez y eficacia. Tenemos que asegurarnos de que no se pierdan más vidas y de atender las necesidades de las personas más vulnerables, exhortó.
Según el último reporte oficial, rendido por la policía de Nepal, las víctimas fatales del terremoto ascienden hasta ahora a dos mil 123. Otras cuatro mil 627 personas sufrieron lesiones de diversa consideración.
Las cifras de damnificados que adelantó la ONU incluyen tanto a estas últimas como a las que perdieron viviendas y otras propiedades de valor.
McGoldrick apuntó que las agencias de la ONU presentes en Nepal trabajarán bajo la dirección del gobierno de este país, con apoyo de un equipo de evaluación de desastres de Naciones Unidas llegado a Katmandú este domingo.
De 7,9 en la escala de Richter, el movimiento telúrico tuvo su epicentro en el distrito de Lamjung, 75 kilómetros al noroeste de esta capital, pero también fue perceptible en la India, Pakistán, China y Bangladesh. Le siguieron más de 50 réplicas con magnitudes de 4,6 a 5,1 grados.
Según testimonios, duró algo más de medio minuto, un lapso en el que destruyó miles de viviendas y edificios, cortó carreteras y servicios eléctricos y telefónicos, y causó una avalancha que sepultó a une veintena de alpinistas en el campamento-base del monte Everest.
El desastre califica como el segundo peor de su naturaleza en Nepal en los últimos 80 años. En 1934, un terremoto de 8,3 grados mató en la pequeña nación del Himalaya unas ocho mil 500 personas y causó cuantiosos daños materiales.
Justo cuando este domingo rescatistas y voluntarios realizaban tareas de búsqueda y salvamento, un segundo sismo, este de 6,9 en la escala de Richter, sacudió de nuevo a la pequeña nación del Himalaya.
Su epicentro se localizó en el distrito de Kodari, unos 110 kilómetros al norte de Katmandú. Aún no hay informes sobre la cuantía de los daños humanos o materiales.
La remezón fue claramente perceptible en Nueva Delhi, la capital India, y en un vasto territorio del norte de este país.