Yakarta, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El gobierno indonesio rechazó hoy las críticas a la ejecución de ocho narcotraficantes y pidió a la comunidad internacional que respete su legislación interna.
«Estamos librando una guerra contra horribles crímenes relacionados con la droga que están amenazando la supervivencia de nuestra nación, aunque me gustaría aclarar que una ejecución no es una cosa agradable», declaró el Fiscal General, Muhammad Prasetyo.
Los ocho finados -un indonesio, dos australianos, un brasileño, tres nigerianos y un ghanés- fueron ejecutados durante la medianoche de ayer en la cárcel de Nusa Kambangan, tal como se había anunciado.
La filipina Mary Jane Veloso salvó la vida gracias a que la Policía capturó a la mujer que supuestamente la obligó a traficar con estupefacientes.
No obstante, todavía pesan sobre ella los cargos y podría entrar al corredor de la muerte si la justicia vuelve a fallar en su contra.
Indonesia aplicó la pena capital a pesar de que diversos líderes internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el primer ministro de Australia, Anthonny Abbott y los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff y de Filipinas, Benigno Aquino, pidieran clemencia.
Al conocer la noticia los jefes de Estado y Gobierno de estos países vertieron a través de las redes sociales y mediante comunicados oficiales comentarios de reprobación y tristeza.
Australia llegó al extremo de retirar su embajador como señal de protesta.
El vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla, minizó las consecuencias de este acto al decir ante la prensa local: «nosotros importamos más de Australia, por lo que ellos perderán más si se congelan las relaciones comerciales».
Por su parte el presidente Joko Widodo pidió respeto para las leyes de su país ya que Indonesia no se entromete en los asuntos internos de otras naciones.
«Nuestra legislación debe ser respetada porque nosotros también respetamos la de otros países», afirmó.
Yakarta asegura que cada día mueren 30 indonesios debido a las drogas, aunque opositores consideran la cifra exagerada.
De acuerdo con una entrevista concedida por Widodo al diario local The Jakarta Post, 4,5 millones de personas son consumidores asiduos y necesitan tratamiento médico.
Tan solo en enero, el poder judicial ejecutó a seis narcotraficantes, procedentes de países como Brasil, Vietnam, Malawi, Holanda y Nigeria, tras lo cual algunos de estos gobiernos cortaron relaciones diplomáticas.
Desde 2008, el presidente del país no firmaba una sentencia de muerte en un proceso relacionado con el narcotráfico, pero a partir de 2013 Indonesia reanudó las ejecuciones.