La Haya, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Corte Internacional de Justicia (CIJ) finaliza ayer en esta ciudad holandesa los análisis de los alegatos sobre la demanda marítima interpuesta por Bolivia contra Chile.
Tras la réplica de Chile la víspera, Bolivia usará este viernes su derecho a dúplica, lo que dejará listo el escenario para que entre octubre y diciembre la CIJ se pronuncie acerca de la excepción al juicio matriz planteado en 2013 que se debate aquí.
En la jornada del jueves, en el cierre de sus alegatos, la delegación chilena planteó que Bolivia busca en el fondo modificar el Tratado de Paz de 1904, que por definitivo sobre el asunto -aseguró- niega la jurisdicción de la CIJ en el caso.
Los abogados de Chile, Daniel Bethlehem, Sam Wordsworth, Pierre Marie Dupuy y Harold Koh presentaron los argumentos con los cuales Chile busca que la CIJ desestime la demanda boliviana.
Escuchada la réplica chilena, el portavoz internacional de la reclamación boliviana, Carlos Mesa, recordó que al menos en ocho oportunidades Chile se allanó a una negociación de un acceso soberano al mar en 1920, 1923, 1926, 1947, 1950, 1961, 1975 y 1983.
A su juicio, si hubiera quedado zanjado el tema en el Tratado de 1904, Chile no hubiera hecho tantas ofertas.
Mesa, exmandatario boliviano, citó lo sucedido en 1950 y 1975, cuando los entonces cancilleres chilenos se mostraron dispuestos a negociar el acceso soberano de Bolivia al mar.
El primero, dijo, ocurrió cuando el embajador boliviano en Santiago de Chile hizo una propuesta al entonces canciller de ese país, Horacio Walker, quien respondió en una carta formal afirmando que «Chile está dispuesto a negociar con Bolivia un acceso soberano al mar».
Y el otro, añadió, fue cuando el canciller de Chile Patricio Carvajal, respondió a su par boliviano: «Chile de acuerdo a la propuesta boliviana está en disposición de negociar con Bolivia para otorgarle acceso soberano al mar».
Con su demanda aquí Bolivia pretende demostrar que las autoridades chilenas ofrecieron en su momento y de manera voluntaria una salida soberana de Bolivia al mar, resaltó Mesa.
«El objeto de la demanda no es poner en tela de juicio el Tratado de 1904, es demostrar que las autoridades chilenas a lo largo del tiempo establecieron una línea de negociación con Bolivia ofreciéndole a nuestro país un acceso soberano al mar», aseveró.
Recordó que los compromisos unilaterales o bilaterales que se establecen entre dos países de modo formal generan una obligación jurídicamente exigible y reiteró que su país solo reclama sus prerrogativas de acuerdo al derecho internacional.
Desde finales del siglo XIX, después de invadir Chile a Bolivia y cercenarle 400 kilómetros lineales de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio, los gobiernos bolivianos exigieron en diversos foros internacionales su libre acceso al litoral.