Riad, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El rey Salman bin Abdulaziz declinó asistir a la cumbre de Camp David de líderes árabes del golfo Pérsico con el presidente Barack Obama, decisión que reavivó hoy especulaciones de divergencias sauditas-estadounidenses debido a Irán.
Según anunció el canciller de Arabia Saudita, Adel Al-Jubeir, el monarca wahabita designó a su sobrino y heredero, el príncipe Mohammed bin Nayef bin Abdulaziz, para que lo represente en la cita a la que asistirán los demás gobernantes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Mohammed bin Nayef, también viceprimer ministro y ministro del Interior, viaja a Camp David al frente de la delegación saudita, pero irá acompañado de su primo y segundo heredero a la corona, el príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz, segundo vicejefe de gobierno y titular de Defensa.
Al-Jubeir evitó ahondar en detalles sobre las razones de la ausencia de Salman a la cita convocada por Obama para el 13 y 14 de este mes, y alegó que obedecía al «entusiasmo del Custodio de las Dos Santas Mezquitas de lograr la seguridad y estabilidad en Yemen».
Señaló, además, que la cumbre coincide con el comienzo de los cinco días de tregua humanitaria decretada por Riad, a partir de mañana, y la intensificación de las operaciones de ayuda, el rey tiene interés en «acelerar la entrega de asistencia humanitaria al hermano pueblo yemenita».
Igualmente, en ese período el reino saudita abrirá el que denominó Centro Rey Salman para Trabajos de Ayuda y Humanitarios, concebido y anunciado durante la reciente cumbre del CCG efectuada aquí el 5 del corriente.
Analistas políticos y medios noticiosos regionales convergieron en valorar la inasistencia del monarca como un agravio a la invitación de Obama a su residencia de descanso en Camp David, justo días después de la visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Riad.
Si bien Kerry se esforzó por adelantar a Salman parte de las explicaciones tranquilizadora que se espera brinde Obama a sus visitantes sobre las negociaciones con Irán para un acuerdo nuclear, persistió el malestar del gobierno saudita que -según se afirma- ha tratado de boicotear el encuentro.
Hasta ahora está confirmada la presencia en Estados Unidos de los emires de Kuwait y de Qatar, jeques Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah y Tamim bin Hamad Al-Thani, quien partió hoy hacia Washington, pues el sultán de Omán, el rey de Bahrein y el presidente de Emiratos Árabes Unidos no prevén acudir.
Riad no oculta su insatisfacción por el acercamiento de Washington a Teherán, al menos en materia de negociación nuclear, y cree que ello pondrá en peligro la seguridad de los aliados árabes de Estados Unidos en el estratégico golfo Pérsico, cuyo nombre oficial también irrita a los miembros del CCG.
De hecho, Obama intentará aplacar la profunda inquietud que provocan las pláticas con Irán, las cuales los países del Golfo ven como un «pacto de Fausto» (vender su alma) al país persa, y una desvinculación de la región.