Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Las armas pequeñas y ligeras son responsables de más de 50 mil muertes anuales, un escenario que obliga a la comunidad internacional a fortalecer el control para evitar su llegada a las manos equivocadas, advirtió Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, intervino en la instalación de un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre el impacto humano de esos artefactos, foro en el cual llamó al trabajo conjunto.
Ban se refirió en particular al costo humano del empleo de pistolas, rifles, fusiles, granadas de mano y ametralladoras en zonas de conflicto, donde las mujeres y los niños son los más vulnerables.
«En la última década, el mundo ha sufrido al menos 250 conflictos, aunque ninguno se parece al otro, todos tienen en común la amplia disponibilidad de armas pequeñas y ligeras y sus municiones», señaló.
De acuerdo con el diplomático, las víctimas fatales, los millones de desplazados y los ataques a escuelas, hospitales y mercados ratifican la urgencia de encarar el fenómeno del tráfico ilegal y del saqueo de arsenales.
El desvío de las armas, incluyendo de los depósitos gubernamentales, alimenta las crisis y permite a rebeldes, pandillas, organizaciones criminales, piratas y grupos terroristas incrementar su poder de fuego, precisó.
Para el Secretario General de la ONU, la reciente entrada en vigor del Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas constituye una valiosa herramienta para potenciar la paz y la seguridad, y reducir el sufrimiento humano.
Asimismo, promueve la cooperación entre los estados, una acción muy importante, dijo.
Según el funcionario, su informe presentado al Consejo de Seguridad para el debate de hoy recoge dos elementos clave, el manejo adecuado por las fuerzas de seguridad nacionales de los artefactos, sus municiones y depósitos, y el combate a la proliferación de pistolas, rifles y fusiles ilegales.
Urgen respuestas como la universalización de buenas prácticas y el mayor control sobre las municiones, cuyo monitoreo efectivo puede limitar el impacto de las armas, subrayó.
«Neguemos a los criminales, grupos armados y extremistas el acceso a las armas ilegales y sus proyectiles, y estaremos privándolos de sus medios esenciales para cometer actos violentos e intimidar», afirmó.
El debate abierto fue convocado por Lituania, que preside el Consejo en mayo.
La embajadora del país europeo aquí, Raimonda Murmokaite, señaló que como resultado de las discusiones espera la adopción de una resolución relacionada con el tema.