Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Un juez de distrito exoneró de cargos al policía que mató el mes pasado a un joven afroestadounidense en el norteño estado de Illinois, lo que pone un nuevo foco de atención sobre las muertes de personas negras a manos de agentes del orden.
El fiscal del distrito de Lake County, Mike Nerheim, dictaminó que los dos disparos que provocaron la muerte al joven de 17 años Justus Howell, el pasado 4 de abril, fueron justificados.
El adolescente murió en Zion, Illinois, después que la policía fuera llamada a una residencia debido a un reporte de una pelea y el sonido de disparos.
Presuntamente Howell participó en un incidente durante la venta de un arma, según informes de las autoridades.
Funcionarios dijeron que cuando llegaron a la escena, Howell escapó y durante la persecución uno de los agentes, Eric Hill, le disparó dos veces en la espalda.
Los investigadores determinaron que la víctima tenía un arma en su mano derecha, se había inclinado hacia delante y se había volteado ligeramente hacia Hill durante la confrontación.
La madre de Howell, LaToya Howell, criticó la decisión de no presentar cargos en contra del oficial.
Nada sugiere que tenían que ejecutar a mi hijo. Él estaba corriendo. Si su espalda estaba volteada, ¿cómo podía ser una amenaza?, cuestionó.
Dos personas que viven cerca del sitio donde murió Howell confesaron al diario The Chicago Sun Times que el adolescente no parecía estar armado al momento del incidente.
La muerte del adolescente ocurrió meses después de que otro joven negro de 18 años fuera ultimado por un policía blanco en Ferguson, Missouri, hecho que desató protestas y reavivó el tema de la discriminación racial por la forma en que la policía trata a las minorías en Estados Unidos.