Moscú, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El comandante adjunto de la Armada de Rusia, Alexándr Fedoténkov, confirmó el inicio de la fase activa de las maniobras Cooperación Naval 2015 en el mar Mediterráneo por un destacamento de buques de Rusia y China.
Los navíos rusos y chinos arribaron al sector donde se desarrollarán los ejercicios militares hasta el 21 de mayo, con el crucero ruso Moskvá como centro coordinador, aseguró el vicealmirante Fedoténkov.
Añadió el portavoz que este domingo se asignaron las misiones tácticas de las tripulaciones y se formularon las instrucciones sobre las medidas de seguridad.
Integran esta escuadrilla por la parte rusa el crucero portamisiles Moskvá, el aerodeslizador lanzacohetes Samsun, el patrullero Ladni, los buques grandes de desembarco Alexándr Otrakovski y Alexandr Shabalin, así como el remolcador MB-31.
China aporta a esta agrupación los patrulleros fuertemente artillados Lin Yi y Weigang y la embarcación de apoyo logístico Wei Shanghu.
Fedoténkov explicó que estos ejercicios navales no apuntan contra ningún tercer país.
Tienen como objetivo fortalecer la comprensión entre ambas flotas, contribuir al fortalecimiento de la estabilidad e incrementar la capacidad de afrontar nuevos desafíos y amenazas en favor de la seguridad de la navegación en zonas remotas del mundo, subrayó el vicecomandante de la Armada rusa.
Sin embargo, los principales medios periodísticos occidentales expresan preocupación por la creación de una alianza castrense ruso-china contra lo que denominan «enemigo común» (Estados Unidos), cuyo poderío en el mediterráneo hasta el presente es indiscutible.
La prensa norteamericana y la europea coinciden al referirse a Cooperación Naval 2015 como una señal para Washington y sus aliados, al considerar que aparentemente no hay dudas de que se está formando una alianza militar entre Moscú y Beijing.
El periódico ruso Nezavisimaya Gazeta, en tanto, recuerda que las maniobras Interacción Marítima, que se celebran desde 2012, hasta ahora han tenido como teatro de operaciones el océano Pacífico, próximo a las fronteras de Rusia y China, como una respuesta al poderío militar de Estados Unidos y Japón en esa zona.
Advierte el diario, reconocido por sus análisis sobre temas castrenses, que este año la fase activa de los ejercicios navales rusos-chinos tienen lugar en aguas lejanas, donde de manera permanente operan buques estadounidenses y de sus aliados de la OTAN.
De esa forma, Rusia y China también manifiestan sus intereses en la región, concluye Nezavisimaya Gazeta.
El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que la iniciativa de celebrar maniobras conjuntas en el Mediterráneo pertenece a China, según la agencia de noticias Novosti.