San Juan, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Distintas manifestaciones públicas, incluida una «twiteada» colectiva al presidente Barack Obama, forman parte de los reclamos por el indulto al prisionero político boricua Oscar López Rivera, al cumplir hoy 34 años encarcelado en Estados Unidos.
Las liberación del luchador independentista de 72 años de edad, que ha pasado 12 de esos 34 años en solitaria, es reclamada por el amplio espectro político-ideológico de la sociedad puertorriqueña, incluido el gobernante Alejandro García Padilla, quien lo visitó en octubre de 2014, junto al congresista de origen boricua Luis Gutiérrez, en la cárcel de Terre Haute, Indiana.
«La condena impuesta a Oscar López Rivera no es solo excesiva, sino que lacera los principios de justicia, humanidad y sensibilidad; es tiempo de que Oscar regrese a casa», reclamó el mandatario puertorriqueño.
Como parte de los pedidos de excarcelación de López Rivera, quien está condenado a 70 años por conspiración sediciosa, hoy culmina frente al tribunal federal de Estados Unidos, en el sector bancario de San Juan, la Segunda Caminata Nacional, que se ha prolongado por 34 días en 40 pueblos costeros de esta nación del Caribe.
Los caminantes han distribuido alrededor de 50 mil opúsculos con el mensaje de excarcelación de López Rivera, a la vez que han recibido 30 resoluciones de apoyo de las asambleas legislativas de los municipios visitados.
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, recibió en la víspera a los integrantes de la Segunda Caminata Nacional y en la tarde de hoy estará en la manifestación que se hará ante las instalaciones federales estadounidenses.
López Rivera está condenado por un delito de carácter político, conspiración sediciosa, por ser considerado por la policía federal de Estados Unidos uno de los principales dirigentes de las Fuerzas Armadas de Liberació Nacional (FALN) de Puerto Rico.
Las FALN operaron en Chicago y Nueva York en la década de 1970 y principios de los años 80 del siglo pasado, y se responsabilizaron de algunos ataques armados.
El presidente del Comité de Derechos Humanos de Puerto Rico, Eduardo Villanueva, explicó recientemente a Prensa Latina que sectores retardatarios en la política estadounidense y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) ejercen fuerte presión, lo que ha limitado el accionar del presidente Obama, en cuyas manos está la posibilidad de un indulto.
Explicó que el respaldo internacional a la causa ha crecido en el último año, por lo que hay actividades de solidaridad por la liberación de López Rivera en Alemania, España, Panamá, Cuba, Venezuela, República Dominicana y en Estados Unidos, entre otras naciones.
El jueves 28 los caminantes llegarán a los límites entre Guaynabo y San Juan, en el área de Caparra, alrededor de las 14:00 hora local, donde un grupo de jóvenes les dará la bienvenida y los acompañarán.
El congresista estadounidense Gutiérrez, cuya participación en la campaña de excarcelación de los otros prisioneros políticos boricuas fue determinante para su salida de prisión, estará hoy en la protesta que se realizará en San Juan.
Gutiérrez, quien creció en Chicago, ciudad donde también se desarrolló López Rivera, ha tratado el tema del indulto directamente con Obama, por lo que espera que se produzca en cualquier momento.
El compromiso de Gutiérrez con la excarcelación de su compatriota emana de su trabajo por los derechos del pueblo puertorriqueño y la comunidad boricua en Estados Unidos.
Esta semana, con motivo del Día de la Recordación, un grupo de veteranos puertorriqueños de la Guerra de Vietnam, en la que estuvo activo López Rivera como parte del ejército de Estados Unidos, pidieron su excarcelación en una protesta frente al Capitolio, en San Juan.
En 1999 el entonces presidente estadounidense William Clinton incluyó a López Rivera en un grupo de 17 prisioneros políticos puertorriqueños indultados, pero condicionó su salida a pasar otros 10 años en prisión.
El luchador independentista puertorriqueño rechazó el indulto porque, se dijo entonces, no fueron incluidos dos de sus camaradas, Haydée Beltrán y Carlos Torres, quienes en la actualidad se encuentran libres.
Además, la oferta de Clinton limitaba sus derechos políticos, como vincularse a luchadores independentistas puertorriqueños.
