Moscú, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Cazas bombarderos SU-24 recibieron ayer la indicación de sobrevolar el mar Negro ante la presencia de un destructor de la marina de Estados Unidos, en un amago de violar las aguas territoriales, considerado una provocación por el mando ruso.
El levantamiento de las naves de combate fue una demostración a la tripulación estadounidense del buque Ross de que se respondería con firmeza cualquier intento de violación de las fronteras y la disposición de defender los intereses del país, declaró una fuente militar en la península de Crimea, citada por las principales agencias rusas.
Los cazas de la flota del mar Negro obligaron al destructor de la armada norteamericana a replegarse a las aguas neutrales de la porción oriental, dijo el oficial cuya identidad no fue revelada.
Agregó que la tripulación del buque Ross se comportó de manera provocadora y agresiva, al aproximarse a los límites de las aguas territoriales de Rusia, en la península de Crimea.
Según medios de prensa, el destructor ingresó al mar Negro, procedente del puerto Constanza, en Rumanía, para supuestamente cumplir tareas encomendadas, reportó la agencia Ria Novosti.
La información sobre la presencia del buque intruso fue notificada de inmediato al cuartel general de la flota rusa en Sebastopol, de donde partieron los dos cazas bombarderos SU-24, en dirección a la nave de la armada de Estados Unidos.
De acuerdo con varias fuentes, en lo que va de año varias embarcaciones de la marina estadounidense ingresaron al mar Negro con misiones de espionaje, y se mencionan al crucero Vicksburg y el destructor Jason Dunham artillados con misiles Tomahawk.
Asimismo efectuaron incursiones por la región, cuya soberanía comparte Rusia con otros cinco países y ninguno Estados Unidos, el buque insigne de la sexta flota Mount Witney; los destructores Donald Cook y Rémedz, la fragata Taylor y el crucero Vella Gulf, entre los más emblemáticos, de la lista más numerosa.
Para justificar su presencia y el cumplimiento de tales misiones, la sexta flota comentó recientemente que se trataba del compromiso de Estados Unidos con los aliados de la OTAN en la garantía de la seguridad, la paz y la disposición combativa en esa región.
Tanto el Báltico como el mar Negro figuran entre los territorios clave para el emplazamiento de los componentes estratégicos del escudo antimisiles de Estados Unidos, plan que cobró fuerza y fue ampliado con la administración del presidente Barack Obama, desde septiembre de 2009, con fines geopolíticos, en la puja de intereses con Rusia.