Economía

Empezó lavando platos en Bávaro. Ahora es dueño de Koko Gourmet Restaurant en Azua. Frank Custodio sueña con tener una cadena: Koko1, Koko2 y Koko3. La Fundación Reservas del País, a través de Vision Fund, le financian.

Vision Fund República Dominicana es una organización no gubernamental que recibe fondos de la Fundación Reservas del País, institución del gobierno dominicano.

Tiene un programa de crédito dirigido a respaldar financieramente a pequeñitos negocios como salones de belleza, frituras, dulcerías y talleres, entre otros, que, por su situación de informalidad, no tienen acceso a la banca formal y son víctimas de los usureros.

En abril 2013, Vision Fund obtuvo de la Fundación Reservas del País un préstamo por 20 millones de pesos y dos años después, en abril de 2015, otro de 15 millones de pesos.

Esta novedosa política del gobierno de Danilo Medina de fondear (facilitar fondos) a ONGs con programas de microcrédito, para que estas puedan expandir su impacto entre los emprendedores más pequeñitos e indefensos de nuestro país, fue un anhelo por muchísimos años de las ONGs que, habiendo construido redes de solidaridad en campos y ciudades de la República Dominicana, perdieron sus naturales fuentes de financiación por la crisis económica mundial y que diezmó la cooperación Norte-Sur.

Una de las primeras medidas de Danilo Medina al juramentarse como presidente de la República con el propósito de democratizar el crédito en nuestro país, fue devolver y expandir las competencias de la Fundación Reservas del País, asignándole de inmediato fondos del Presupuesto Nacional, con el mandato de evitar la desaparición de esas REDES DE SOLIDARIDAD y con ellas de muchísimos negocitos y decenas de miles de empleos.

A la fecha, la cartera de la Fundación Reservas del País es de 1,230 millones de pesos, con presencia en las 32 provincias y con cero mora. Ofrece, además, educación financiera para que los micro empresarios y empresarias mejoren sus destrezas en la gestión de sus negocitos.

CERO mora, repetimos. Nadie se atrasa en el pago. Los microempresarios son felizmente puntuales y leales a sus compromisos. Saben perfectamente que no pagar sería una deslealtad a un aliado, a un amigo solidario. Una temeridad que podría saldarse en la quiebra del negocio y en mayor pobreza.

Frank recuerda sonriente lo dicho tantas veces por Danilo Medina: “Los pobres no son mala paga”.

Con la DEMOCRATIZACIÓN DEL CRÉDITO construimos una Patria dominicana próspera y solidaria en la que los chiquitos también tienen derecho al bienestar.

últimas Noticias
Noticias Relacionadas