Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó el lunes un paquete legislativo que potenciará su agenda comercial y eventualmente catalizará el cierre del polémico Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, siglas en inglés).
«Vamos a convertir el comercio mundial en una carrera a la cima y restablecer nuestro papel de liderazgo en el mundo», insistió este lunes Obama.
La panoplia legal de que dispone ahora Obama incluye la llamada «vía rápida» (Autoridad de Promoción del Comercio), que lo faculta para negociar acuerdos comerciales por su cuenta para luego someterlos a consideración del Legislativo, que solo podrá aprobar o rechazar los términos en su totalidad, sin posibilidad de introducir enmiendas.
Dicha iniciativa -que debió sortear la oposición abierta y no pocas maniobras de los mismos demócratas- permitirá al gobierno agilizar las conversaciones en torno a pactos como el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión con Europa y el propio TPP, criticado por amplios sectores políticos, sindicalistas y ambientalistas.
Por 60 a favor y 37 en contra, el Senado puso fin el miércoles último a varias semanas de tensos debates sobre el proyecto de «vía rápida», una decisión que el Presidente aplaudió enseguida.
Aplaudo que demócratas y republicanos en el Congreso se hayan puesto de acuerdo para dar a Estados Unidos la posibilidad de negociar pactos fuertes y con altos estándares para un comercio libre y justo que proteja a los trabajadores estadounidenses, rezaba el jueves un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Asimismo, el paquete sancionado este lunes en el Despacho Oval contempla la denominada la Ley de Ajuste Comercial, que destinaría unos 450 millones de dólares a la capacitación y asistencia de trabajadores afectados por los tratados comerciales internacionales.
Obama insistió en esta jornada que los acuerdos que tiene entre manos beneficiarán tanto a los trabajadores como a las empresas del país y aseguró que el apartado comercial es «solo una parte de una agenda más amplia de la economía para la clase media», que incluiría además infraestructuras, capacitación e investigación y desarrollo.