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Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La decisión para retirar la bandera Confederada de la vida oficial de Carolina del Sur provocará un caldeado debate este verano tras una masacre en una iglesia afroamericana en ese estado, anticipan hoy medios políticos.

Luego de la tragedia del miércoles último, cuando Dylann Roof, un racista admirador de la enseña mató a nueve afrodescendientes, muy pocos salieron en defensa del símbolo, aunque algunos dijeron que se guardaban los discursos para lo que promete ser un caldeado debate este verano.

Incluso, el congresista republicano en el estado, Jonathon Hill, en su primera legislatura, dijo que la bandera es historia y ondea con todo el derecho sobre un monumento dedicado a los soldados confederados caídos.

Es trágico que para remover de la vida oficial de Carolina del Sur la bandera Confederada, que representa la era esclavista en el sur, sea necesaria una matanza racista de afroamericanos en una iglesia histórica por su papel en la lucha por los derechos civiles, señala este miércoles el diario La Opinión, de California.

Roof es un racista admirador de la bandera y de los «valores sureños», esos que ven con nostalgia una era en donde los blancos tenían asegurado un estatus especial y los negros eran traficados como objetos, esclavizados para mover la economía y linchados ante la primera sospecha en un espectáculo público, apunta el rotativo.

No faltan quienes todavía hoy dicen sentir el dolor y la humillación de la derrota de la cultura sureña en la Guerra Civil, algo que presagia fuertes enfrentamientos cuando los legisladores se reúnan para abordar el tema.

Por otra parte, medios de prensa en todo el país destacan la decisión de la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, de remover la bandera Confederada del Capitolio estatal como un reconocimiento de que el símbolo representa una ideología perversa, en vez del romanticismo sureño anterior a la Guerra Civil.

Este miércoles en ese estado, los legisladores locales despedían al senador y reverendo Clementa Pinckney, muerto en la balacera en la iglesia, mientras se aprestan para celebrar un debate este verano sobre la retirada de la bandera.

La víspera los parlamentarios de la Cámara de Representantes aprobaron la moción de celebrar un debate por 103 a 10, y el Senado la respaldó durante una votación oral.

Como una forma de apoyo al clamor mayoritario para retirar el emblema sureño, varias grandes empresas anunciaron su decisión de no vender mercancías que muestren la bandera, entre ellas Wal-Mart, eBay y Sears Holding Corp., atendiendo a que para la mayoría de los estadounidenses este es un símbolo contemporáneo de división y racismo.

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