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Berlín, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La cumbre del G-7, que aúna a varios de los países más industrializados del planeta, comenzó ayer en la provincia alemana de Baviera (sur) con la ausencia de Rusia, tema que estará entre los principales puntos a abordar.

En los días previos a la cita de Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Canadá e Italia, el ministro de Relaciones Exteriores del país anfitrión, Frank-Walter Steinmeier, aceptó la posibilidad de tratar el eventual regreso de Moscú a ese grupo que antes era el G-8.
Por su parte, Estados Unidos anunció que el presidente Barack Obama presionará para mantener las sanciones aplicadas al gobierno de Vladimir Putin por su postura frente al conflicto de Ucrania.

El año pasado las naciones de Occidente excluyeron a Rusia del grupo y aplicarle de medidas económicas como represalia por su respaldo a las regiones del este ucraniano, que declararon la independencia luego de la ocurrencia de un golpe de Estado en Kiev.

En febrero de 2014 grupos ultraderechistas destituyeron al presidente constitucional, Víktor Yanukóvich, e instalaron un gobierno de facto, apoyado por Occidente, tras lo cual las regiones de Donetsk y Lugansk decidieron declarar la independencia.

Como reacción las autoridades ucranianas iniciaron una operación de castigo en esos territorios, que se extiende hasta la actualidad y ha provocado un saldo oficial superior a seis mil muertos.

La cita del G-7 -en el castillo de Elmau, ubicado a unos 100 kilómetros de la sureña ciudad de Munich- abordará la postura del grupo hacia Rusia, y aunque Steinmeier se refirió a la posible reintegración, una fuente europea manifestó que «todavía no estamos ahí».

Respecto a Rusia, añadió, sí se discutirá la voluntad política para prorrogar las sanciones, pero «no quiero especular sobre esto», dijo el funcionario.

Otros temas incluidos en la agenda son el cambio climático, la cuestión de Grecia, el comercio internacional, y la lucha contra epidemias y el terrorismo global.

Previo a la cumbre del G-7, que durará hasta el lunes, miles de personas se manifestaron en Munich contra la cita con lemas como combatir la pobreza y salvar el clima.

En varias marchas los activistas enarbolaron carteles con consignas como «El mundo no es una mercancía», «Cada niño que muere de hambre es un asesinato».

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