La mejor manera de entender y conocer el rol del Banco Central y su accionar en la economía, es reconocer que éste es una autoridad pública que regula a los intermediarios financieros, que a su vez, es la entidad que tiene la atribución legal para emitir dinero; además de contar con esta facultad tan importante, tiene entre sus funciones regular otros elementos fundamentales para el funcionamiento de la economía, así como de controlar la cantidad de dinero que circula, regula la disponibilidad y el costo del crédito y ser prestamista de última instancia del sistema bancario (Art.33 Ley 183-02).
Otro elemento a resaltar es que al Banco Central le corresponde conducir la política monetaria del país, pilar importante de la política económica, que obliga a preservar el valor de la moneda, moderar el ciclo económico y mantener la estabilidad del sistema financiero. En adición, garantiza la confiabilidad del mercado financiero y en el mercado de cambio de moneda extranjera por la local, al tiempo que puede servir de agente fiscal del gobierno en la contratación de empréstitos internacional.
Como podemos observar, el rol del Banco Central en la economía es determinante en la dinámica funcional de ésta, en tanto, tiene la capacidad de ejecutar las políticas monetaria, cambiaria y financiera que sirven de soporte y satisfacer las decisiones de los agentes económicos que son responsables de impulsar el motor que enciende las llamas de la economía. Por cumplir todas estas funciones, al Banco Central se le denomina la autoridad monetaria y ser depositario de la confianza en el análisis y cuantificación del desempeño de la actividad económica en general. Al desconocer tales acciones, es muy frecuente que en múltiples ocasiones los informes y cifras sean criticados de manera acida por parte de actores públicos y políticos, y hasta por economistas de reputación, lo cual se convierte en objeto de tergiversación y manipulación que al final del día confunden al público, y a ellos mismos, al tiempo que degradan la credibilidad de valiosas informaciones que pueden influir de manera negativa en los sectores y agentes económicos, al momento de tomar grandes decisiones que influirían en la orientación de la economía.
Se ha criticado el hecho de que el informe del Banco Central haya puesto en evidencia que la economía dominicana ha mostrado un crecimiento acumulado de 6,5% en el período enero-marzo 2015, fruto de que las actividades económicas están explicada por el comportamiento registrado en los sectores construcción, comercio, manufactura local, transporte, la intermediación financiera, enseñanza, agropecuaria y zonas francas, como principales entes dinámico. Pero a su vez, los tres sectores líderes de tal crecimiento son la construcción con un 14.9%, el Comercio, 10.6% y la Intermediación Financiera, 7.4%, lo cual tiene una explicación en el incremento que ha registrado la cartera de préstamos del sistema financiero, al lograr canalizar 16.6% al sector privado aumentó, cuyo incremento impactó en la producción con un 14.6%, siendo más notable el sector construcción, 68.2%, y Comercio, 10.6%, lo que por sí solo explican la incidencia de estos dentro del PIB.
Para entender cualquier comportamiento de la economía es recomendable observar la tendencia del PIB o patrón de crecimiento de la economía local e internacional.
En efecto, durante el periodo 1990-2013 se estableció un patrón de crecimiento promedio del PIB de 4,79%, destacándose en ese periodo el año 2010 cuando la economía registró un crecimiento de 5,5% como expresión de la recuperación de la caída en el 2009, 3.5%, fruto del impacto de la crisis global que estalló en USA a finales del 2008, lo que explica en una alta proporción que el riesgo país de la República Dominicana disminuyera con una mejoría de 1,457 en su spread de puntos básicos, al pasar de 1,785 pbs en el 2008 al 328 pbs en el 2010. En adición, este crecimiento en el PIB en la práctica se tradujo, entre 2004 y 2010, en una creación de 559,235 nuevos empleos netos, para un promedio de 93,206 empleos por año, en tanto, el sistema financiero mostraba un índice de solvencia del orden de 16.86%, al cerrar el 2010.
Pero es que durante el período 2011-2014, el crecimiento del PIB registrado por la economía dominicana en promedio ha sido de 4,4%, significando esto que desde el 2005 se ha establecido un patrón de crecimiento inalterable durante los últimos 10 años, tal como lo pone en evidencia el informe del Banco Central, enero-marzo 2015, lo que muestra que la base del comportamiento del PIB se explica en la estabilidad y sostenibilidad macroeconómica hasta la actualidad, cuya credibilidad se ha consolidado con la aplicación del indicador mensual de la actividad económica (IMAE), y la adopción de un esquema de metas de inflación.